¡Aventuras en Villa Feliz!



Había una vez cinco estudiantes llamados Martín, Sofía, Lucas, Valentina y Mateo que vivían en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz.

Un día decidieron hacer un juego divertido y educativo para ayudar a los demás niños de su comunidad a aprender cómo llegar al cine, la escuela, el parque y el hospital. Martín era conocido por ser muy organizado y responsable. Él se encargó de explicar cómo llegar al cine.

Todos los niños se reunieron en la plaza principal del pueblo mientras Martín les mostraba el camino. "¡Hola chicos! Para llegar al cine, deben caminar dos cuadras hacia el norte desde aquí. Luego doblan a la derecha en la calle principal y caminan otras tres cuadras.

¡Y ahí estará el cine!"Sofía era una niña muy creativa y le encantaba dibujar mapas. Ella tomó la responsabilidad de enseñarles a todos cómo ir a la escuela.

"¡Bueno amigos! Para ir a la escuela, primero tienen que caminar tres cuadras hacia el este desde aquí hasta llegar a una plaza con una fuente grande. Después cruzan esa plaza y siguen recto por dos cuadras más hasta ver un edificio grande con muchas ventanas...

¡y ahí estará nuestra querida escuela!"Lucas era aventurero e intrépido, así que decidió mostrarles cómo llegar al parque.

"Escuchen bien chicos: para ir al parque hay que salir de esta plaza por el lado oeste y caminar cuatro cuadras hasta encontrar un semáforo grande. Allí deben cruzar cuidadosamente la calle principal y seguir recto tres cuadras más. ¡Y voilà! Llegarán al parque, donde podrán jugar y divertirse mucho.

"Valentina era muy atenta y siempre se preocupaba por los demás. Ella decidió explicar cómo llegar al hospital. "Chicos, si alguna vez necesitan ir al hospital, escuchen con atención: desde aquí caminan una cuadra hacia el sur hasta encontrar una farmacia grande en la esquina.

Luego doblan a la izquierda y siguen recto dos cuadras más hasta ver un edificio blanco con una cruz roja en la puerta. Ese será el hospital, donde recibirán toda la ayuda que necesiten".

Mateo era el más gracioso del grupo y le encantaba hacer reír a todos. Él fue el último en dar las instrucciones para llegar a cada lugar.

"¡Bueno amigos! Si quieren ir al cine, solo tienen que seguir mi voz cantando "La cucaracha" mientras caminamos juntos. Para llegar a la escuela, vamos a hacer una carrera de caracoles y el último en llegar tendrá que pagar helado para todos. Y si queremos llegar al parque...

¡hagamos un tren humano gigante como en las películas!"Los cinco estudiantes se divirtieron mucho enseñando cómo llegar a cada lugar importante de su pueblo usando diferentes estrategias divertidas e interactivas.

Gracias a ellos, todos los niños de Villa Feliz aprendieron fácilmente cómo moverse por su comunidad sin perderse. Además, descubrieron que trabajar juntos y usar su creatividad podía hacer cualquier tarea aburrida mucho más emocionante.

Desde ese día, Martín, Sofía, Lucas, Valentina y Mateo se convirtieron en los guías oficiales del pueblo, siempre dispuestos a ayudar y hacer que cada viaje fuera una aventura inolvidable. Y así, con alegría y camaradería, los cinco estudiantes demostraron que aprender también puede ser divertido. Fin.

FIN.

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