Aventuras Estelares
Había una vez un ratoncito llamado Mickey Fantasía, quien soñaba con volar en el espacio. Un día, mientras miraba la luna desde su ventana, decidió que era hora de hacer realidad su sueño.
Sin pensarlo dos veces, Mickey se puso su traje espacial y se preparó para despegar hacia el infinito universo. Saltó tan alto como pudo y ¡zas! Voló por los aires hasta llegar a la luna.
Allí encontró un paisaje mágico lleno de estrellas brillantes y polvo lunar. Mickey estaba emocionado, pero pronto se dio cuenta de que extrañaba su hogar en el planeta Tierra. Decidió regresar a casa, pero no sabía cómo hacerlo.
Fue entonces cuando vio una nave espacial abandonada cerca de él. "¡Eureka!", exclamó Mickey emocionado. "¡Podré volver a casa!". Subió a la nave espacial y comenzó a explorar sus controles.
Aunque al principio todo parecía confuso, poco a poco fue entendiendo cómo funcionaba cada botón y palanca. Con mucho cuidado, Mickey encendió los motores y despegó nuevamente hacia el espacio exterior. La sensación de volar libremente entre las estrellas era indescriptible. Se sentía como si fuera un astronauta real.
Pero justo cuando creyó que todo iba sobre ruedas, algo inesperado ocurrió: un agujero negro apareció frente a él. El miedo invadió el corazón del pequeño ratón mientras intentaba esquivarlo rápidamente.
Por suerte, logró evitarlo por muy poco y continuó su viaje hacia la Tierra. Estaba decidido a llegar a casa sano y salvo. Después de un largo viaje, Mickey finalmente divisó su hogar desde la ventana de la nave espacial.
Sonrió al ver el planeta azul y verde, con sus montañas, ríos y bosques. "¡Estoy de vuelta!", exclamó Mickey emocionado mientras aterrizaba suavemente en el jardín de su casa.
Al bajar de la nave, se dio cuenta de que su aventura no solo le había permitido cumplir su sueño de volar en el espacio, sino que también había aprendido muchas cosas importantes. Había descubierto que los sueños pueden hacerse realidad si uno se esfuerza lo suficiente y nunca se rinde.
Mickey Fantasía compartió su historia con todos sus amigos del vecindario y les inspiró a perseguir sus propios sueños. Juntos imaginaron nuevas aventuras en las que podrían explorar el mundo y más allá.
Y así, gracias a la valentía y determinación de Mickey Fantasía, los niños aprendieron que no hay límites para lo que pueden lograr si creen en sí mismos y siguen adelante sin importar los obstáculos que encuentren en el camino.
FIN.