Axolote y su Gran Transformación
En un hermoso lago en México, vivía un axolote llamado Láser. A diferencia de los otros axolotes con sus suaves colores y branquias vibrantes, Láser era un poco diferente. Su piel era de un tono gris opaco y, a menudo, sus compañeros se reían de él.
"¡Mirá al axolote feo!" - gritaban sus amigos, riendo entre ellos.
Láser se sentía triste pero trataba de ignorarlos. Sin embargo, cada día que pasaba, el bullying lo afectaba más. Sabía que no era como los demás, y eso lo llenaba de dudas. Un día, decidió que ya era momento de cambiar las cosas. Fue a visitar a una anciana tortuga llamada Abuela Tortu, conocida por sus sabias palabras.
"¿Cómo puedo hacer para que los demás me acepten y dejen de burlarse de mí?" - le preguntó Láser, con la voz temblorosa.
Abuela Tortu sonrió y le dijo:
"La verdadera belleza radica en lo que tenemos dentro. Ser diferente no es algo malo, y no debe impedirte brillar. Encuentra lo que te hace especial y usa eso a tu favor."
Con esas palabras en mente, Láser decidió que iba a encontrar su propia forma de brillar. Un día, mientras nadaba con tristeza por el lago, descubrió que podía hacer burbujas enormes al soplar fuerte. Se le ocurrió una idea:
"¡Voy a crear una competencia de burbujas! ¿Quién no querría ver eso?"
Al día siguiente, invitó a todos sus amigos.
"¡Hola, amigos! Estoy organizando una competencia de burbujas. ¡Vengan a ver!"
"¿Tú? ¿El axolote feo? ¿Y quién vendría a ver eso?" - respondedieron entre risas.
Pero a pesar de las burlas, Láser siguió adelante con su idea.
El día de la competencia, Láser se preparó con entusiasmo. Comenzó a soplar con todas sus fuerzas, haciendo burbujas gigantes que rebotaban en el agua. Para sorpresa de todos, sus burbujas eran las más grandes que jamás habían visto. Los peces, ranas y otras criaturas del lago comenzaron a aplaudir.
"¡Wow! ¡Mirá esas burbujas!" - gritaban con asombro.
Los mismos que antes se reían, ahora estaban boquiabiertos. Incluso, empezaron a acercarse y a pedirle consejos sobre cómo hacer burbujas.
"¿Me enseñás, Láser?" - preguntó uno de sus antiguos burladores.
"¡Claro! Todos son bienvenidos a aprender. ¡Lo mejor de todo es que cada uno puede hacer burbujas de su propio estilo!"
Láser no solo había encontrado una manera de brillar, sino que también había transformado el bullying en amistad.
Sin embargo, la historia no termina ahí. Un día, mientras todos estaban jugando, se desató una tormenta y una gran corriente comenzó a arrastrar a algunos de los animales del lago.
"¡Ayuda! ¡No sé nadar!" - gritó un pez pequeño, asustado.
El corazón de Láser se llenó de coraje. Recordó las palabras de Abuela Tortu y supo que este era su momento de demostrar su valía.
"¡Todos, hagan burbujas y agárrense de ellas! ¡Usen sus habilidades!" - gritó, mientras él mismo creaba gigantescas burbujas que ayudaban a estabilizar a los que estaban en peligro.
Con el trabajo en equipo, lograron salvar a todos, y los otros animales se dieron cuenta de que el axolote feo era en realidad un héroe.
"Perdón por haberte subestimado, Láser. Eres increíble" - dijo un pez, sin poder contener su admiración.
Desde aquel día, el lago se llenó de risas, juegos y aventuras, y Láser ya no era visto como el axolote feo, sino como el axolote valiente, y todos lo respetaban y admiraban.
Así, el axolote que había sufrido bullying encontró su lugar en el lago, y su historia se convirtió en un emblema de valentía y aceptación.
FIN.