Bada y la búsqueda del agua



La ardilla se detuvo un momento y miró a Bada con sus ojitos brillantes. -¡Oh, Bada! Estoy buscando desesperadamente una gota de agua para llevar a mi madriguera.

El arroyo se ha secado y no encuentro ni una sola gotita cerca-, respondió la ardilla con preocupación en su voz. Bada, el osito aventurero, comprendió de inmediato la importancia del agua y decidió ayudar a su amiga ardilla.

Juntos emprendieron un viaje para encontrar agua fresca y pura que pudiera salvar al arroyo y a todos los animales del bosque. Caminaron por senderos empinados, escalaron rocas resbaladizas y atravesaron densos bosques hasta que finalmente llegaron a un hermoso manantial escondido entre las montañas.

El agua fluía cristalina y fresca, reflejando los rayos del sol como si fueran pequeños diamantes. -¡Mira, amiguita ardilla! ¡Hemos encontrado el tesoro del agua! -, exclamó Bada emocionado. La ardilla saltaba de alegría al ver tanta belleza y vitalidad en aquel lugar.

Juntos llenaron una pequeña vasija con agua e iniciaron el regreso al arroyo que tanto lo necesitaba. Sin embargo, en el camino se encontraron con un grupo de animales sedientos que clamaban por ayuda.

Un zorro cansado, un conejo agotado y un pájaro sediento se acercaron a Bada y la ardilla pidiendo un poco de aquella preciosa agua. La ardilla miró a Bada con tristeza, sabiendo que solo tenían una pequeña cantidad para llevar a su madriguera.

Pero Bada sonrió cálidamente y compartió generosamente el agua con los demás animales sin dudarlo.

-El verdadero tesoro del agua no está en guardarla solo para nosotros mismos, sino en compartir su vida y bondad con quienes más lo necesitan-, dijo Bada mientras veía cómo los animales bebían con gratitud. Finalmente, llegaron al arroyo donde la ardilla pudo llevar esa gota de vida tan esperada a su hogar.

Con cada gota que caía en la tierra reseca, el arroyo comenzó a fluir nuevamente, devolviendo la vida al bosque y alegría a todos sus habitantes.

Desde ese día, Bada aprendió junto a la ardilla una valiosa lección: el agua es un tesoro invaluable que debemos cuidar y compartir para preservar la vida en nuestro planeta. Y así continuaron explorando juntos, llevando consigo no solo aventuras sino también amor por la naturaleza y sus tesoros más preciosos.

FIN.

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