Bailando con mi sueño
Lucely Miriana era una niña muy especial. A pesar de su discapacidad, siempre tenía una sonrisa en su rostro y un brillo en sus ojos que iluminaba a todos los que la rodeaban.
Pero había algo que la hacía sentir triste: se acercaba su cumpleaños número quince y ella todavía no había podido cumplir su gran sueño. Desde pequeña, Lucely había admirado a las parejas de baile.
Le encantaba ver cómo se movían al ritmo de la música, como si fueran uno solo. Por eso, desde que tenía memoria, había soñado con bailar junto a sus padres Guillermo y Laura y sus hermanos Jesús y Thaisa en su fiesta de quince años.
Pero para Lucely, el baile era más difícil de lo que parecía. Debido a su parálisis cerebral, le resultaba difícil moverse con fluidez y coordinación. Había intentado aprender a bailar muchas veces antes, pero siempre terminaba frustrada porque no lograba hacerlo bien.
Un día, mientras estaba sentada en el jardín pensando en su sueño por cumplir, escuchó unos pasos detrás de ella. Era su abuelo Juan Carlos quien se acercó para sentarse junto a ella.
"¿Qué te preocupa mi nieta?"- preguntó él cariñosamente. "Abuelito... estoy triste porque pronto cumplo 15 años y todavía no he podido bailar con mi familia"- respondió Lucely con lágrimas en los ojos.
Juan Carlos la miró fijamente por un momento antes de decirle:"Sé lo importante que es esto para ti, Lucely. Pero no te rindas tan fácilmente. A veces las cosas más difíciles son las que más valen la pena".
Lucely se quedó pensando en las palabras de su abuelo y decidió seguir intentándolo. Entonces comenzó a practicar todos los días, con gran esfuerzo y dedicación. Su familia la apoyaba incondicionalmente, animándola y ayudándola en todo lo que necesitara.
Pero un día, mientras practicaba sola en su habitación, algo increíble sucedió: empezó a moverse con mucha más fluidez y coordinación de lo que nunca había logrado antes. Se sintió feliz como nunca antes. "¡Abuelito! ¡Abuelito!"- gritó corriendo hacia el jardín. "¿Qué pasa mi nieta?"- preguntó él sorprendido.
"¡Mira esto!"- exclamó Lucely emocionada mientras comenzaba a bailar al ritmo de la música. Juan Carlos observaba atónito cómo su nieta bailaba con una gracia que nunca antes había visto. Era un momento mágico e inolvidable para ambos.
Finalmente llegó el día de la fiesta de quince años de Lucely. Y aunque todavía estaba nerviosa por bailar frente a tanta gente, sabía que tenía todo el amor y apoyo de su familia detrás de ella.
Cuando llegó el momento del baile familiar, Guillermo tomó a Lucely en brazos mientras Laura sostenía sus manos desde atrás. Jesús y Thaisa se colocaron junto a ellos. La música comenzó a sonar y todos empezaron a moverse al compás del vals.
Fue entonces cuando Lucely cerró los ojos y dejó que su cuerpo se moviera al ritmo de la música. Y para sorpresa de todos, bailaba con una gracia y fluidez que nunca antes había demostrado.
Los invitados aplaudían emocionados mientras Lucely sonreía feliz, sintiéndose realizada por haber cumplido su sueño. A partir de ese día, Lucely supo que nada era imposible si uno se lo proponía con esfuerzo y dedicación.
Y aunque sabía que habría obstáculos en el camino, estaba segura de que siempre podría contar con el amor y apoyo de su familia para ayudarla a superarlos.
FIN.