Baile bajo el sol
Andrea y Elisa eran dos amigas inseparables que siempre estaban dispuestas a divertirse juntas. Les encantaba bailar reggaeton y pasar horas moviendo el cuerpo al ritmo de la música.
Un día, decidieron organizar una fiesta en la casa de Andrea para bailar sus canciones favoritas. La música comenzó a sonar y las chicas se dejaron llevar por el contagioso ritmo del reggaeton. Movían las caderas, agitaban los brazos y saltaban al compás de la melodía.
Estaban tan emocionadas que no se dieron cuenta de que estaban bailando cada vez más cerca del borde de la piscina.
De repente, en medio de un movimiento brusco, Andrea tropezó con una silla y cayó al suelo arrastrando a Elisa con ella. Las dos amigas se miraron sorprendidas mientras se levantaban entre risas nerviosas. -¡Ay, casi nos caemos a la pileta! -exclamó Elisa, aún recuperándose del susto. -¡Por poco nos convertimos en sirenas urbanas! -respondió Andrea riendo.
A pesar del pequeño accidente, las chicas siguieron bailando como si nada hubiera pasado. Pero esta vez lo hicieron con más precaución, asegurándose de mantenerse alejadas del borde peligroso de la piscina.
La noche continuó llena de risas, bailes y momentos inolvidables entre Andrea y Elisa. Bailaron hasta que ya no podían más y terminaron tiradas en el sofá exhaustas pero felices. Al día siguiente, mientras desayunaban juntas, recordaron lo ocurrido la noche anterior y rieron a carcajadas.
-¿Te imaginás si realmente nos hubiéramos caído a la pileta? ¡Hubiéramos estado empapadas toda la noche! -dijo Elisa entre risas. -Sí, menos mal que pudimos evitarlo a tiempo.
A partir de ahora tendremos que tener más cuidado cuando bailemos cerca de lugares peligrosos -respondió Andrea con complicidad. Y así, entre anécdotas y risas, las dos amigas aprendieron una importante lección aquella noche: disfrutar al máximo sin descuidar su seguridad.
Desde entonces, cada vez que escuchaban reggaeton recordaban aquel divertido episodio con cariño y complicidad. Porque lo importante no era evitar los tropiezos sino aprender a levantarse juntas después de cada caída.
FIN.