Baile de despedida



Había una vez en la hermosa ciudad de Iquitos, un joven llamado Leonardo. Era un chico muy alegre y amigable que siempre se encontraba bailando al ritmo de la música.

Un día, mientras caminaba por el mercado, escuchó una melodía que lo atrajo hacia un puesto de venta de frutas. Allí conoció a Elizabeth, una chica muy bonita y simpática que estaba comprando algunas frutas para su familia.

Leonardo quedó impactado con su belleza y decidió acercarse para conversar con ella. "Hola, ¿cómo estás?"-preguntó Leonardo tímidamente. —"Hola" -respondió Elizabeth sonriendo"Estoy bien gracias, ¿y tú?"A partir de allí comenzaron a hablar sobre sus gustos y aficiones.

Descubrieron que ambos compartían la pasión por el baile y decidieron ir juntos esa noche a la fiesta del pueblo. Durante toda la noche, Leonardo y Elizabeth bailaron sin parar al ritmo de los tambores y las maracas.

Se reían juntos como si fueran amigos de toda la vida. "Me encanta estar contigo"-dijo Leonardo mirando fijamente los ojos de Elizabeth"Eres tan divertida". "También me gusta pasar tiempo contigo"-respondió Elizabeth sonriendo"Eres muy bueno bailando". A medida que pasaban las semanas, Leonardo e Elizabeth se volvieron inseparables.

Salían juntos todos los días y se divertían mucho haciendo diferentes actividades en Iquitos. Pero un día llegó una noticia inesperada: La familia de Elizabeth iba a mudarse pronto a otro lugar debido al trabajo de su padre.

Esto significaba que ella tendría que dejar a Leonardo y su hermosa ciudad. Leonardo estaba muy triste al escuchar esto, pero decidió hacer algo especial para despedirse de Elizabeth.

Organizó una gran fiesta en su casa y la invitó a ella y a todas sus amigas. Durante la fiesta, Leonardo sorprendió a Elizabeth con un baile especial que había preparado solo para ella.

La llevó hacia el centro del salón y comenzaron a bailar al ritmo de una canción muy romántica. "No quiero que te vayas"-dijo Leonardo mientras seguían bailando"Te voy a extrañar mucho". "Yo también te voy a extrañar mucho"-respondió Elizabeth con lágrimas en los ojos"Pero siempre tendremos estos recuerdos juntos".

Después de esa noche, Elizabeth se mudó con su familia, pero nunca olvidaría los momentos maravillosos que compartió junto a Leonardo en Iquitos.

Y aunque estaban lejos el uno del otro, siempre recordarían ese amor verdadero que nació entre ellos gracias al baile y la alegría de vivir. .

FIN.

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