Bajo la lluvia con Mateo



Había una vez una niña llamada Sofía, de siete años, con el cabello rizado y ojos brillantes como estrellas. Desde pequeña, Sofía le tenía un miedo tremendo a la lluvia.

Cada vez que las nubes grises se acercaban y el sonido de los truenos retumbaba en el cielo, ella se escondía bajo las cobijas y comenzaba a llorar.

Una tarde de tormenta, Sofía estaba en el parque cubriéndose la cabeza con su mochila mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. De repente, un niño llamado Mateo se acercó a ella. Tenía una sonrisa cálida y ojos amables. - ¿Por qué lloras? -preguntó Mateo con curiosidad.

Sofía levantó tímidamente la mirada y le contó sobre su miedo a la lluvia. Mateo escuchaba atentamente y luego extendió su mano hacia ella. - No tengas miedo, yo te cuidaré -dijo con seguridad-. Vamos a mi casa, ahí estarás segura y protegida.

Sofía dudó por un momento, pero algo en la mirada de Mateo le transmitió paz. Tomó su mano y juntos corrieron bajo la lluvia hasta llegar a la casa de Mateo. Sus padres los recibieron con amabilidad y les ofrecieron refugio.

La casa de Mateo era acogedora y llena de luz. Sofía se sintió tranquila por primera vez en mucho tiempo. Los días pasaron rápidamente entre juegos, risas y nuevas aventuras junto a su nuevo amigo.

Un día soleado, mientras jugaban en el jardín, Sofía miró al cielo azul sin nubes y sonrió. - Gracias por ayudarme a superar mi miedo a la lluvia -le dijo a Mateo emocionada-.

Ahora sé que no tengo que tenerle temor a algo tan natural como la lluvia. Mateo asintió con una sonrisa radiante en su rostro. - La amistad puede ayudarnos a superar nuestros miedos más profundos -comentó sabiamente-. Siempre estaré aquí para ti, Sofía.

Desde ese día, Sofía ya no le tenía miedo a la lluvia. Sabía que junto a su amigo Mateo podían enfrentar cualquier desafío juntos.

Y así, entre risas y complicidad, dos corazones infantiles descubrieron el verdadero valor de la amistad: apoyarse mutuamente en los momentos difíciles para crecer juntos y ser más fuertes cada día.

FIN.

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