Banca Nieves
En un hermoso pueblo de la Patagonia argentina llamado Villa Fría, vivía una adorable niña llamada Luna. Luna adoraba el invierno, especialmente cuando la nieve cubría el suelo y los copos de nieve bailaban en el aire.
Pero lo que más le apasionaba era su trineo, al que cariñosamente llamaba Banca Nieves. Banca Nieves no era un trineo común, era mágico.
Luna había heredado el trineo de su abuela, quien le contó que estaba encantado por un hada que vivía en la montaña. -Abuela, ¿es verdad que Banca Nieves está encantado? -preguntó Luna con ojos brillantes. -Sí, mi querida Luna. Pero su verdadero poder se revelará cuando lo uses con amor y valentía -respondió la abuela con una sonrisa misteriosa.
Luna no entendía del todo, pero estaba decidida a descubrir el secreto de Banca Nieves. Un día, una violenta tormenta de nieve azotó Villa Fría, y varios animales del bosque quedaron atrapados en la montaña.
Sin dudarlo, Luna tomó a Banca Nieves y se adentró en el bosque cubierto de nieve. Usando su valentía y amor por los animales, Luna logró rescatar a los indefensos animales uno por uno.
Y en ese momento, Banca Nieves comenzó a brillar intensamente y se elevó en el aire, llevando a Luna y a los animales de regreso a salvo al pueblo. Luna descubrió que el verdadero poder de Banca Nieves estaba en su capacidad para traer ayuda y alegría a quienes lo necesitaban.
Desde entonces, Luna y Banca Nieves se convirtieron en los héroes del pueblo, ayudando a quienes lo necesitaban en los fríos inviernos.
Y aunque ya no eran solo una niña y su trineo, la magia y la valentía siempre los acompañaban.
FIN.