Barni, el Dinosaurio Travieso
Había una vez en un colorido mundo prehistórico un dinosaurio llamado Barni. Barni era un pequeño dinosaurio de colores vibrantes, pero su travesura era tan grande como su tamaño. Siempre andaba rompiendo cosas, pegándole a los demás, y, para colmo, hacía caca en el patio de los vecinos. Nadie podía soportarlo.
Un día, mientras Barni jugaba en el parque, conoció a una dulce dinosauria llamada Lila. Lila era la opuesta a Barni: siempre era amable y pensaba en los demás.
"¡Hola! Soy Lila, ¿quieres jugar conmigo?" - preguntó.
"¿Jugar? ¡Preferiría romper algo!" - respondió Barni riendo.
Lila se preocupó por Barni. Ella sabía que el juego no debía consistir en romper cosas ni hacer travesuras. Entonces pensó en una forma de enseñarle a Barni sobre la importancia de cuidar de los demás.
"Barni, ¿te gustaría ayudarme a hacer un jardín?" - sugirió Lila.
"¿Un jardín? ¿Eso es divertido?" - preguntó Barni, algo confundido.
Lila sonrió y le mostró una pequeña parte del parque donde había tierra suelta.
"Podremos plantar flores, frutas y muchas cosas hermosas. ¡Podemos hacer que nuestro parque sea el más bonito de todos!" - dijo entusiasmada.
Barni dudó, pero esa chispa de emoción lo invadió. ¡Nunca había pensado en crear algo! Entonces, juntos comenzaron a cavar, plantar y regar las semillas.
Con el tiempo, su jardín floreció como nunca. Todos los demás dinosaurios y vecinos vieron cómo Barni ayudaba a Lila y comenzaban a apreciarlo más.
"¡Mirá lo que hicimos! ¡Es hermoso!" - exclamó Barni, mirándose las patas cubiertas de tierra.
"Sí, Barni. Y es aún más especial porque lo hicimos juntos. Cada vez que cuidamos de algo, cuidamos de nosotros mismos y de los demás" - le explicó Lila.
Un día, mientras disfrutaban de un picnic en su jardín, un grupo de dinosaurios se acercó a ellos.
"¡Barni! No podemos creer que seas tan amable ahora. Antes rompías nuestras cosas." - dijeron unos dinosaurios.
"¡Eso era antes! Ahora quiero que todos disfrutemos juntos" - dijo Barni con una gran sonrisa.
De repente, Barni notó que uno de los nuevos dinosaurios estaba triste.
"¿Por qué estás triste?" - preguntó Barni.
"Porque no tengo muchos amigos, siempre tengo miedo de que no me acepten porque soy diferente" - dijo el pequeño dinosaurio.
Barni recordando sus travesuras se sintió conmovido y decidió invitarlo a unirse al juego.
"¡Ven! Juguemos juntos en el jardín. Aquí todos son bienvenidos" - ofreció Barni.
El pequeño dinosaurio sonrió y aceptó la invitación, todos comenzaron a jugar bajo el sol. Barni se dio cuenta de que crear cosas hermosas y compartir la diversión era mucho mejor que romper y hacer travesuras.
Desde entonces, Barni fue conocido como el dinosaurio amable del parque. Aprendió que haciendo amigos y cuidando de los demás, también se cuidaba a sí mismo.
Así, Barni y Lila continuaron creando un magnífico jardín lleno de risas y amistad, recordándole a todos que ser travieso está bien, siempre y cuando sea para hacer algo bueno.
Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
FIN.