Bartolito y el fútbol en la granja


Había una vez en una granja muy lejana, un pequeño pollito llamado Bartolito. Era un pollito muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir.

Un día, mientras paseaba por la granja, se encontró con sus amigos los animales: el cerdito Chanchi, la vaca Mimí y el caballo Pinto. Estaban todos juntos jugando al fútbol en el campo de la granja. Bartolito se acercó a ellos y les preguntó si podía jugar también.

Los animales aceptaron encantados y así comenzó una tarde llena de diversión y competición. - ¡Vamos Bartolito, tú puedes hacerlo! -gritaba Chanchi mientras corrían detrás del balón. - ¡Pásame la pelota! -pedía Mimí mientras intentaba quitarle el balón a Pinto.

Bartolito no era muy bueno jugando al fútbol, pero eso no lo detenía. Él sabía que lo importante era divertirse y pasar tiempo junto a sus amigos. - ¡Bien hecho Bartolito! -exclamó Pinto cuando logró marcar un gol gracias a su ayuda.

La tarde pasó volando entre risas y juegos hasta que llegó la hora de regresar al gallinero para dormir.

Pero antes de irse cada uno a su casa, los animales se reunieron para hablar sobre lo divertido que había sido jugar juntos. - Hoy aprendimos que es más importante disfrutar del juego con nuestros amigos que ganar o perder -dijo Chanchi con sabiduría. - Y también aprendimos que aunque seamos diferentes podemos trabajar juntos como equipo -agregó Mimí.

Bartolito sonrió mientras escuchaba a sus amigos. Él sabía que había encontrado en ellos un gran compañerismo y cooperación, y estaba muy agradecido por ello.

Desde ese día, Bartolito y sus amigos jugaron juntos todos los días, aprendiendo nuevas habilidades y fortaleciendo su amistad cada vez más. Y así fue como la granja se convirtió en un lugar aún más especial gracias al espíritu de compañerismo, diversión, competición, aprendizaje y cooperación que reinaba entre los animales.

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