Bautista, el orgulloso


Bautista era un niño de ocho años que asistía a la escuela primaria. Era un chico amable y divertido, pero sus compañeros de clase no lo veían así.

Ellos se burlaban de él por su apariencia física, ya que Bautista era más alto y delgado que los demás niños. Todos los días en el recreo, los compañeros de Bautista lo molestaban diciéndole cosas como "mirá al palo con patas" o "¿cómo te sentís allá arriba?".

Estas palabras hirientes hacían sentir a Bautista muy triste y solo. Un día, después del recreo, la maestra notó que Bautista estaba llorando en su pupitre. Se acercó a él y le preguntó qué le pasaba.

"Nada" , respondió Bautista con voz temblorosa. "No me parece nada", dijo la maestra. "Hoy te vi muy triste durante todo el día". Bautista no quería contarle a su maestra sobre las burlas de sus compañeros, pero finalmente decidió hacerlo.

"Mis amigos se ríen de mí porque soy alto y flaco", confesó entre sollozos. La maestra escuchó atentamente mientras secaba las lágrimas de Bautista.

Luego le dijo algo que cambiaría su perspectiva para siempre:"Bauti, la gente siempre va a tener algo que decir sobre ti, sea bueno o malo. Pero eso no significa que tengas que creer todo lo que te dicen. "Bautista quedó pensativo ante estas palabras sabias. "Además", continuó la maestra, "ser diferente no es algo malo.

Es lo que nos hace únicos y especiales". Bautista se sintió mejor después de hablar con su maestra y decidió enfrentar a sus compañeros.

La próxima vez que lo molestaron en el recreo, Bautista les dijo:"No me importa si soy alto o flaco. Soy como soy y estoy orgulloso de ello". Los compañeros de Bautista se quedaron sorprendidos por la respuesta valiente del niño. De repente, comenzaron a verlo con otros ojos.

Con el tiempo, los compañeros de Bautista dejaron de burlarse de él y comenzaron a aceptarlo tal como era. Incluso algunos niños le pidieron disculpas por haber sido tan crueles.

Bautista aprendió una gran lección ese día: nunca debes dejar que las palabras hirientes te definan como persona. Siempre debes ser fiel a ti mismo y estar orgulloso de quién eres.

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