Bautista, la manzana que quería ser un caballo de playa



En un hermoso huerto del campo argentino, vivía Bautista, una juguetona manzana que soñaba con ser un caballo de playa. Sus amigos, las naranjas y los limones, no entendían su extraño deseo, pero Bautista no se rendía.

Un día, decidió emprender un viaje en busca de su sueño. "Me voy a la costa a convertirme en un caballo de playa"-, les anunció a sus amigos. Con una mochila llena de valentía y determinación, Bautista emprendió su viaje.

En el camino, conoció a Lucas, un simpático caballo que vivía en una granja. "¿A dónde vas, pequeña manzana?"-, preguntó Lucas con curiosidad. Bautista le contó su sueño de convertirse en un caballo de playa.

Lucas soltó una carcajada y le explicó que para ser un caballo de playa, primero debía ser un caballo. Aun así, Lucas decidió ayudar a Bautista y juntos emprendieron el camino hacia la costa.

Durante el viaje, Bautista aprendió muchos consejos útiles de Lucas sobre cómo ser fuerte y valiente. Llegaron finalmente a la costa, donde Bautista presenció alegremente a los verdaderos caballos de playa.

Aunque no pudo convertirse en uno de ellos, descubrió que podía hacer actividades divertidas en la playa, como unirse a un juego de vóley. Bautista se dio cuenta de que no necesitaba ser un caballo para ser feliz, simplemente necesitaba ser él mismo.

De regreso al huerto, Bautista compartió con sus amigos las maravillosas experiencias que vivió y prometió seguir siendo una manzana valiente y aventurera. Desde ese día, Bautista se convirtió en un ejemplo de valentía y determinación para todos en el huerto.

FIN.

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