Bautista y la mariposa herida



Había una vez un niño llamado Bautista que vivía en un pequeño pueblo. Era un niño amable y cariñoso, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Sin embargo, Bautista tenía un problema: sufría de bullying en la escuela.

Todos los días, sus compañeros se burlaban de él por ser diferente. No entendían por qué era tan amable y siempre estaba dispuesto a ayudar. Lo llamaban "el niño tonto" y le decían cosas hirientes.

Bautista se sentía muy triste por todo esto, pero nunca dejó que el bullying afectara su personalidad amorosa y bondadosa. A pesar de las palabras crueles, seguía sonriendo y tratando de hacer felices a los demás.

Un día, durante el recreo, Bautista encontró una mariposa herida en el suelo. Sin pensarlo dos veces, la recogió con cuidado y la llevó al jardín del colegio para cuidarla. "Pobrecita mariposa", dijo Bautista con ternura. "Voy a cuidarte hasta que te recuperes".

Bautista pasaba todos los días junto a la mariposa herida, dándole agua y comida especial para asegurarse de que estuviera bien atendida. Poco a poco, la mariposa comenzó a sanar gracias al amoroso cuidado de Bautista.

Cuando sus compañeros vieron lo que hacía Bautista por la mariposa, quedaron sorprendidos y avergonzados de cómo lo habían tratado anteriormente. "Perdónanos", dijeron arrepentidos. "No sabíamos lo especial que eras. Queremos ser tus amigos".

Bautista, con su corazón lleno de amor y comprensión, perdonó a sus compañeros y aceptó su amistad. A partir de ese día, Bautista se convirtió en el líder del grupo. Juntos, realizaron actividades solidarias para ayudar a los demás y promover la amabilidad en la escuela.

El bullying desapareció por completo, ya que todos aprendieron la importancia de tratar a los demás con respeto y bondad.

Con el tiempo, Bautista se dio cuenta de que había logrado cambiar la mentalidad negativa de sus compañeros gracias a su actitud amorosa. Se sintió feliz al ver cómo el amor podía transformar incluso las situaciones más difíciles. Desde entonces, Bautista continuó siendo un ejemplo de amor y bondad para todos en el pueblo.

Su historia inspiradora se convirtió en una lección para niños y adultos sobre cómo superar el bullying con amor.

Y así, entre risas y abrazos sinceros, Bautista enseñó al mundo que el amor siempre triunfa sobre la tristeza y que cada uno tiene dentro de sí mismo el poder de hacer milagros cuando ama incondicionalmente a los demás.

FIN.

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