Bautistas Brave Journey



Bautista era un niño muy curioso y valiente. Estaba emocionado por comenzar el jardín de infantes, pero también un poco nervioso.

Había escuchado historias de sus amigos mayores sobre cómo era la escuela: nuevos amigos, maestros divertidos y muchas actividades para aprender y jugar. El primer día de clases, Bautista se despertó temprano y se puso su uniforme escolar con mucho entusiasmo. Desayunó rápidamente y salió corriendo hacia el jardín de infantes junto a su mamá.

Cuando llegaron al jardín, Bautista vio a muchos niños jugando en el patio. Se acercó a ellos tímidamente y les preguntó si podía unirse a su juego. "¡Hola! Soy Bautista, ¿puedo jugar con ustedes?"- dijo Bautista con una sonrisa.

Los niños lo miraron sorprendidos al principio, pero después le dieron la bienvenida y le explicaron las reglas del juego. Rápidamente se hicieron amigos e empezaron a divertirse juntos. La maestra del jardín de infantes se llamaba Laura.

Era una mujer muy amable y cariñosa que siempre estaba dispuesta a ayudar a los niños.

Les enseñaba cosas nuevas todos los días: números, letras, colores ¡y hasta canciones! Un día, la maestra Laura les propuso hacer una obra de teatro para celebrar el Día del Niño. Todos estaban emocionados por participar en ella. "Chicos -dijo la maestra-, vamos a elegir quiénes serán los personajes principales.

"Los niños levantaron las manos ansiosos por tener un papel importante en la obra. Bautista también levantó la mano, pero se sentía un poco inseguro. La maestra Laura notó su timidez y le preguntó qué personaje le gustaría interpretar. "Me encantaría ser el protagonista", respondió Bautista tímidamente.

La maestra sonrió y le dijo que era una excelente elección. Le dio a Bautista el guion de la obra y lo animó a practicar en casa. Bautista se esforzó mucho para aprenderse sus líneas y ensayaba todos los días frente al espejo.

Su mamá lo ayudaba y lo alentaba diciéndole lo orgullosa que estaba de él. Llegó el día de la presentación de la obra. Los padres estaban emocionados por ver a sus hijos actuar en el escenario.

Bautista estaba nervioso, pero sabía que había practicado lo suficiente para hacerlo bien. Cuando llegó su turno, subió al escenario con confianza y comenzó a recitar sus líneas. Todos quedaron impresionados por su actuación.

Bautista se sintió muy feliz al recibir aplausos y felicitaciones de sus compañeros, maestros y padres. Después del éxito de la obra, Bautista ganó más confianza en sí mismo.

Se dio cuenta de que podía enfrentar nuevos desafíos sin miedo si se esforzaba y creía en sí mismo. A medida que pasaban los días, Bautista siguió aprendiendo cosas nuevas en el jardín de infantes. Aprendió a compartir, respetar a los demás e incluso superar sus miedos.

Al final del año escolar, Bautista miró hacia atrás y se dio cuenta de lo mucho que había crecido. Se despidió de sus amigos y maestros con una sonrisa en su rostro, sabiendo que estaba listo para enfrentar nuevos retos en la escuela primaria.

Y así, Bautista se convirtió en un niño valiente y seguro de sí mismo, listo para seguir aprendiendo y disfrutando cada día de su vida escolar.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!