Beatriz y su mundo de TICs
Beatriz era una niña llena de curiosidad. Cada vez que veía a su papá trabajar en la computadora, se preguntaba cómo funcionaba todo. Un día, decidió que quería aprender sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) y se adentró en el fascinante mundo de las plataformas virtuales.
Un soleado lunes por la mañana, Beatriz encendió la computadora de su casa. Había oído hablar de una plataforma llamada "Aula Digital" que prometía ayudar a los niños a aprender sobre computadoras y programación.
"¡Vamos a ver qué tengo que hacer!" - se dijo Beatriz mientras buscaba la página.
Una vez dentro, un mensaje la sorprendió:
"¡Hola Beatriz! Bienvenida a Aula Digital. Estás a punto de comenzar una aventura por el mundo de las TICs. ¿Estás lista para el primer desafío?" - decía el mensaje.
"¡Sí! ¿Cuál es el desafío?" - respondió ella emocionada.
"Primero, aprenderás a crear tu propia contraseña segura. Recuerda: una buena contraseña es clave para protegerte."
Beatriz se puso a trabajar en ello. Luego de unos minutos reflexionando, escribió: "PoderosaBeatriz2023!" -
"¡Listo!" - exclamó, sintiéndose como una experta.
Su primer desafío fue un éxito. Pero a medida que avanzaba en la plataforma, los desafíos se volvían más difíciles. Un día, tuvo que resolver un rompecabezas de códigos de programación.
"¿Por qué es tan complicado?" - se quejó frustrada, mirando la pantalla llena de letras y números.
Justo en ese momento, apareció un pequeño asistente virtual llamado —"Cody" .
"No te preocupes, Beatriz. Cada error es una oportunidad para aprender. ¿Quieres que te ayude?" - le preguntó Cody.
"Sí, por favor. No sé qué hacer con estas líneas de código…" - dijo Beatriz, sintiendo que iba a rendirse.
Cody le mostró cómo desglosar el código en partes más simples.
"Mirá, aquí está lo que hace cada línea. Si lo comprendes, será más fácil. ¡Intentalo!"
Beatriz respiró hondo y decayó en la tarea de nuevo, esta vez sintiéndose más confiada. Después de un rato de trabajo en equipo, finalmente completaron el rompecabezas.
"¡Lo logramos!" - gritó Beatriz, saltando de alegría.
Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. Un día, se encontró con un desafío que le pedía crear su propio sitio web. Beatriz estaba muy entusiasmada, pero cuando publicó el sitio, todo se veía desordenado y extraño.
"¡Ay no! Todo está mal. Esto es un desastre..." - se lamentó, con lágrimas en los ojos.
Cody se apareció nuevamente, listo para ayudar.
"Recuerda, Beatriz. Hasta los mejores programadores presentan errores. Lo importante es aprender y corregirlos. ¿Te gustaría revisar juntos lo que hiciste?" - le sugirió.
Con la ayuda de Cody, Beatriz comenzó a corregir errores y a realizar mejoras en su sitio web. Después de mucho esfuerzo, lo publicó nuevamente. Esta vez, todo se veía perfecto.
"¡Gracias, Cody! No podría haberlo hecho sin vos" - le dijo Beatriz con una gran sonrisa.
Con el tiempo, Beatriz ganó confianza y habilidad en el uso de las TICs. Se convirtió en una verdadera experta en tecnologías: aprendió a programar, a diseñar gráficos, y hasta a ayudar a otros niños en el Aula Digital. Un día, recibió un mensaje especial:
"Felicitaciones, Beatriz. Has completado todos los niveles. Ahora eres una 'Guerrera TICs'. ¡Sigue así!"
Beatriz no podía estar más orgullosa de sí misma.
"¡Mamá, papá, miren lo que logré! Soy una Guerrera TICs" - les gritó desde su habitación.
A partir de ese momento, Beatriz entendió que cada desafío, incluso los fracasos, la acercaban más a su sueño de convertirse en una gran profesional en el mundo de la tecnología. Y siempre recordará que, con perseverancia y la ayuda de un buen amigo como Cody, nada es imposible.
FIN.