Bee y el polen especial



Bee era una abejita muy especial. A diferencia de las demás abejas, Bee era pequeña y un poco torpe, pero eso no la detenía.

Desde muy chiquita, Bee se había interesado por la ciencia de las flores y había aprendido todo lo que podía sobre ellas. Un día soleado, mientras volaba por el jardín, Bee vio a sus amigas abejas recolectando polen de una hermosa flor roja.

Se acercó con curiosidad y les preguntó: "¿Cómo hacen para recolectar el polen sin lastimar a la flor?"Sus amigas sonrieron y le explicaron pacientemente: "Bee, tenemos que ser cuidadosas al acercarnos a las flores. Primero debemos posarnos suavemente en los pétalos sin hacerles daño.

Luego buscamos el estambre donde se encuentra el polen y lo recogemos con nuestras patitas". Bee asintió emocionada y decidió intentarlo ella misma. Se posó delicadamente en una flor cercana e intentó encontrar el estambre.

Sin embargo, sus patitas eran tan pequeñas que no lograba agarrar bien el polen. "¡Oh no!" exclamó Bee frustrada. "Soy demasiado pequeña para recolectar polen como ustedes".

Pero entonces recordó algo importante que había aprendido sobre la ciencia de las flores: cada especie tiene características únicas y diferentes formas de producir polen. Decidida a encontrar una solución, Bee voló hasta la biblioteca del jardín donde encontraba libros sobre plantas y flores. Buscó entre las páginas hasta encontrar información sobre una flor llamada margarita.

Descubrió que el polen de las margaritas se encontraba en el centro de la flor, justo en el medio de los pétalos.

Llena de emoción, Bee voló rápidamente hacia una hermosa margarita blanca y se posó suavemente en su corazón. Con sus patitas, agarró cuidadosamente el polen y lo guardó en su cestita especial.

Mientras volvía a la colmena con su preciado tesoro, Bee se dio cuenta de algo maravilloso: aunque era pequeña y torpe, había encontrado una forma única de recolectar polen que le funcionaba perfectamente. Cuando llegó a la colmena, Bee compartió su descubrimiento con sus amigas abejas. Todas quedaron sorprendidas por la inteligencia y perseverancia de Bee.

Desde ese día, Bee se convirtió en una experta recolectora de polen. Aunque todavía era pequeña y un poco torpe, siempre encontraba formas creativas para cumplir con su misión. La historia de Bee nos enseña que todos somos especiales y tenemos habilidades únicas.

A veces puede parecer que no podemos hacer algo porque somos diferentes o creemos ser demasiado pequeños o torpes. Pero si seguimos aprendiendo, explorando y confiando en nosotros mismos, siempre encontraremos nuestra propia manera de triunfar.

FIN.

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