Belen, la defensora de la amabilidad en Buenos Aires
Belén estaba emocionada. Había sido invitada a un evento en Buenos Aires y no podía esperar para llegar allí. Cuando llegó, se encontró con una multitud de personas que hablaban y reían juntas.
Belén se sintió un poco abrumada al principio, pero pronto comenzó a hacer amigos. Uno de sus nuevos amigos era Juan, un niño argentino de su misma edad. Juan le mostró todo el lugar y le presentó a más niños.
Mientras exploraban el evento, Belén notó algo extraño. Algunas personas parecían estar excluyendo a otras por su apariencia o forma de hablar. Belén no entendía por qué alguien haría eso.
Juan notó la mirada preocupada de Belén y dijo: "-A veces las personas juzgan sin conocer primero a los demás". Belén asintió con la cabeza y decidió hacer algo al respecto. Se acercó a un grupo de niños que estaban jugando solos y les preguntó si querían jugar con ella.
Los niños sonrieron ampliamente y aceptaron encantados. Después de un rato, Juan se acercó a Belén para decirle que había visto lo que hizo y lo admiraba mucho. "-Eres una persona muy amable e inteligente", dijo Juan.
Belén sonrió felizmente mientras continuaba haciendo nuevos amigos durante todo el día. Aprendió que la inclusión es importante porque todos merecen ser tratados con respeto y amabilidad sin importar cómo luzcan o hablen.
Cuando regresó a casa esa noche, se sintió orgullosa de sí misma por haber hecho una diferencia positiva en el mundo simplemente siendo amable e inclusiva hacia los demás.
FIN.