Belleza desde adentro


Había una vez en la sabana africana, una gata llamada Sara. Era hermosa y siempre se sentía orgullosa de su apariencia.

Pasaba el día acicalándose y mirándose en el agua del río mientras decía: "Soy la gata más linda de todo el reino animal". Un día, mientras paseaba por la selva, Sara se encontró con Leona, una leona muy tímida que soñaba con ser igual de hermosa que ella.

Leona veía a Sara como un modelo a seguir y pensaba que si pudiera ser como ella, todos los animales la admirarían. Leona se acercó tímidamente a Sara y le dijo: "Hola, Sara. Eres tan bonita y elegante. Me gustaría ser como tú".

Sara sonrió con superioridad y respondió: "Oh, querida Leona, es normal que quieras ser como yo. Pero debes entender que no todos pueden tener mi belleza natural".

Leona sintió tristeza al escuchar las palabras de Sara, pero no dejó que eso la desanimara. Decidió pedirle ayuda a sus amigos del bosque para aprender cómo ser bella. El primer amigo al que acudió fue Mono Sabio. Mono Sabio era conocido por su inteligencia y conocimiento sobre la naturaleza.

Le explicó a Leona que cada animal tiene características únicas y especiales. "Querida amiga", dijo Mono Sabio. "Eres una leona fuerte y valiente; deberías estar orgullosa de ti misma".

León también buscó consejo en Elefante Sabio, quien le enseñó sobre el valor interior y cómo ayudar a los demás. "La verdadera belleza radica en el corazón y en la forma en que tratamos a los demás", le dijo Elefante Sabio.

Leona se sintió inspirada por las palabras de sus amigos y decidió demostrarle a Sara que ser bella no era solo cuestión de apariencia externa.

Un día, cuando Sara estaba presumiendo frente a todos los animales del reino, Leona se acercó con una sonrisa amable y le preguntó: "Sara, ¿alguna vez has ayudado a alguien desinteresadamente?"Sara se sorprendió por la pregunta y respondió: "No, yo solo me preocupo por mí misma". Entonces, Leona contó cómo había ayudado a un elefante atrapado en el barro.

Cómo había consolado a un pajarito herido y cómo siempre estaba dispuesta a proteger a los más débiles. Los animales escucharon atentamente mientras Leona hablaba.

Se dieron cuenta de que aunque Sara fuera bonita por fuera, la verdadera belleza estaba dentro de Leona. Desde ese día, todos los animales empezaron a admirar y respetar a Leona por su valentía y bondad. Incluso Sara se dio cuenta de que la belleza exterior no es lo único importante.

Con el tiempo, Sara aprendió humildad gracias al ejemplo de Leona. Y juntas, comenzaron una amistad basada en el respeto mutuo.

Y así fue como la historia de Sara y Leona nos enseña que la verdadera belleza está en ser uno mismo y valorarse tal como somos. No importa cuán diferentes seamos o qué aspecto tengamos; lo que realmente importa es cómo tratamos a los demás y qué hacemos para hacer el mundo un lugar mejor.

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