Benicio y la despedida del chupete
Había una vez un niño llamado Benicio, quien ya era un nene grande. Tenía cinco años y todos sus amigos en el jardín de infantes habían dejado los chupetes, pero él aún lo conservaba.
Un día, su mamá le dijo: "Beni, ya eres muy grande para usar el chupete. Es hora de dejarlo". Benicio no estaba muy convencido al principio, pero sabía que su mamá siempre tenía razón.
Entonces, Benicio decidió tomar una valiente decisión: dejar el chupete y convertirse en un niño sin chupete. Pero sabía que esto no sería fácil, porque a veces extrañaría la comodidad y la seguridad que le proporcionaba.
Para ayudarlo en esta nueva etapa de su vida, Benicio buscó a su fiel amigo Buba, un peluche con forma de osito. Buba siempre estaba allí para acompañarlo en momentos difíciles y ahora sería su compañero mientras dejaba el chupete.
Una noche antes de dormir, Benicio se acostó junto a Buba y le contó sobre su decisión. "Buba, mañana voy a dejar mi chupete. Sé que va a ser difícil al principio, pero sé que puedo hacerlo".
Buba asintió con cariño y dijo: "Estoy orgulloso de ti por tomar esta decisión tan valiente. No te preocupes si sientes ganas de tener el chupete otra vez; estaré aquí para apoyarte". Al día siguiente, Benicio fue decidido al jardín de infantes sin llevar consigo el chupete.
Sus amigos notaron rápidamente que algo había cambiado y se acercaron curiosos. "Beni, ¿dónde está tu chupete?" - preguntó su amiga Lola. Con una sonrisa valiente en su rostro, Benicio respondió: "He decidido dejar el chupete.
Ya soy un niño grande y puedo hacerlo". Sus amigos lo felicitaron y aplaudieron por su valentía. A partir de ese día, Benicio se sintió cada vez más seguro sin el chupete.
Buba siempre estaba a su lado para recordarle que era fuerte y capaz de enfrentar cualquier desafío. Un mes después, llegó la sorpresa más emocionante para Benicio. Su mamá le dijo que los chupetes viejos podían ser reciclados para convertirse en nuevos juguetes.
Esto hizo que Benicio se sintiera aún más feliz por haber dejado el chupete. "Beni, mira lo que encontré", dijo su mamá mientras sacaba un pequeño autito del bolsillo.
Los ojos de Benicio se iluminaron al verlo y exclamó: "¡Es un autito hecho con mi antiguo chupete!"Desde ese día, el autito hecho con el chupete de Benicio se convirtió en su juguete favorito.
Cada vez que lo veía, recordaba lo valiente que había sido al dejar atrás algo tan querido pero innecesario para él ahora. Así fue como Benicio aprendió una valiosa lección: dejar ir las cosas que ya no necesitamos nos permite crecer y descubrir nuevas aventuras.
Y aunque extrañara a veces su chupete, sabía que tenía a Buba y muchos otros juguetes divertidos para acompañarlo en su camino hacia la madurez.
Y así, Benicio siguió adelante, sin chupete pero con un corazón lleno de valentía y amor por los nuevos desafíos que le esperaban en su emocionante vida de niño grande.
FIN.