Benito, el salvador del bosque
En lo profundo del bosque vivía Benito, un venado curioso y juguetón que siempre estaba en busca de aventuras. Un día, mientras exploraba un claro en el bosque, escuchó un ruido extraño que lo alertó.
Se escondió detrás de unos arbustos y vio a un cazador acechando con su rifle en mano. -¡Oh no! ¡Debo hacer algo para detenerlo antes de que lastime a alguno de mis amigos del bosque! -pensó Benito con preocupación.
Benito decidió actuar rápidamente y se acercó sigilosamente al cazador. Con voz firme pero amable, le dijo:-¡Detente! No debes hacerle daño a ninguno de los habitantes del bosque. Tenemos tanto derecho a vivir en paz como tú.
El cazador se sorprendió al escuchar hablar al venado y quedó pensativo por un momento. Nunca antes había tenido la oportunidad de dialogar con un animal y las palabras de Benito lo hicieron reflexionar sobre sus acciones. -Lo siento, venadito.
No quería causar daño, solo buscaba cazar para alimentar a mi familia -se disculpó el cazador sinceramente. Benito miró al cazador con compasión y entendimiento. Sabía que muchas veces los humanos actuaban por necesidad sin medir las consecuencias para la naturaleza.
-Comprendo tu situación, pero debes buscar otras formas de obtener alimentos sin dañar a los seres del bosque.
¿Qué tal si te enseño algunos trucos para cultivar tus propios alimentos? Así todos podremos vivir en armonía -propuso Benito con una sonrisa amigable. El cazador asintió emocionado ante la propuesta del venado y juntos pasaron horas trabajando la tierra y sembrando semillas.
Con paciencia y dedicación, el cazador aprendió a cultivar sus propios alimentos y pronto pudo disfrutar de cosechas abundantes sin necesidad de cazar animales. Los días pasaron y la amistad entre Benito y el cazador creció cada vez más fuerte.
El venado enseñaba al hombre sobre el respeto hacia la naturaleza y juntos compartían momentos llenos de alegría explorando el bosque. Un año después, el antiguo cazador se convirtió en un defensor apasionado del medio ambiente, ayudando a proteger la vida silvestre junto a su inseparable amigo Benito.
Y así, gracias a la valentía e inteligencia de Benito, el venado logró transformar una situación peligrosa en una hermosa amistad basada en el respeto mutuo y el amor por la naturaleza.
FIN.