Benito y la trampa del lobo


Había una vez, en un hermoso bosque de la Patagonia argentina, un sobrino conejo muy vivo llamado Benito. Benito era conocido por ser astuto y siempre encontrar la manera de salir ileso de cualquier situación peligrosa.

Un día, mientras Benito paseaba por el bosque, se encontró con su amigo Luisito el ratón. Luisito estaba visiblemente asustado y le contó a Benito que había visto al lobo feroz merodeando cerca de su madriguera.

-¡Ay, Benito! ¡El lobo feroz está rondando por aquí! ¡Tenemos que hacer algo antes de que nos atrape! -dijo Luisito preocupado. Benito pensó rápidamente y tuvo una idea brillante.

Decidió tenderle una trampa al lobo para poder atraparlo y mantener a salvo a todos los animales del bosque. Corrió hasta la casa del señor Zorro, quien era conocido por su habilidad para construir cosas ingeniosas. Le explicó su plan al señor Zorro y le pidió ayuda para llevarlo a cabo.

El señor Zorro aceptó ayudar a Benito e idearon un plan perfecto. Construyeron una jaula gigante hecha con ramas fuertes y lianas resistentes. La camuflaron con hojas y arbustos para que pareciera parte del paisaje del bosque.

Al día siguiente, cuando el sol comenzaba a ponerse en el horizonte, Benito se metió dentro de la jaula disfrazado con pieles de otros animales. Esperaron pacientemente hasta que escucharon los pasos pesados del lobo acercándose.

El lobo feroz se acercó a la jaula y olfateó el aire, pensando que había encontrado una presa fácil. Se lanzó hacia adelante para atrapar al conejo, pero en lugar de eso, quedó atrapado en la trampa del astuto Benito.

-¡Ja ja! ¡Te tengo, lobo feroz! -exclamó Benito victorioso. El lobo feroz se retorcía y gruñía tratando de liberarse, pero era inútil. Benito y el señor Zorro corrieron rápidamente hacia la jaula para asegurarse de que estuviera bien cerrada.

-¡Gracias por tu ayuda, señor Zorro! -dijo Benito mientras le daba un abrazo al zorro-. Juntos hemos logrado capturar al lobo feroz y mantener a salvo a todos los animales del bosque.

Desde ese día, el sobrino conejo muy vivo fue considerado un héroe en el bosque. Todos los animales lo admiraban por su astucia y valentía. Benito les enseñó a todos que con ingenio y trabajo en equipo, cualquier desafío puede ser superado.

Y así vivieron felices en el bosque de la Patagonia argentina, sabiendo que estaban protegidos gracias al ingenio del sobrino conejo muy vivo llamado Benito.

Dirección del Cuentito copiada!
1