Benitos True Colors
Había una vez un monito llamado Benito que vivía en la selva junto a su familia. Benito era diferente a los demás monitos, tenía un pelaje de colores brillantes y unos ojos muy grandes y expresivos.
A pesar de ser tan hermoso, algunos monitos no entendían por qué era diferente y comenzaron a burlarse de él. Un día, mientras jugaba con sus amigos en los árboles, llegó un pájaro llamado Panchito volando muy emocionado.
"¡Chicos! ¡Tienen que escuchar esto!", exclamó el pájaro agitadamente. Todos se acercaron curiosos para saber qué pasaba. Panchito les contó que había escuchado a alguien inventar algo malo sobre Benito.
Según el rumor, decían que Benito era un monito mágico que traería mala suerte si te acercabas a él. Los demás animales comenzaron a asustarse y decidieron alejarse de Benito. Cuando Benito se enteró del rumor, se sintió triste y desamparado.
No entendía cómo algo tan malo podía haberse inventado sobre él sin razón alguna. Decidió hablar con su mamá para buscar consejo. "Mamá, estoy muy triste porque todos me evitan debido a este rumor falso", dijo Benito con lágrimas en los ojos.
Su mamá lo abrazó tiernamente y le dijo: "Benito, recuerda siempre quién eres realmente. Eres especial y único de una manera maravillosa".
Benito pensó en las palabras de su mamá durante toda la noche e ideó un plan para demostrar que el rumor era falso y que él no traía mala suerte. Al día siguiente, se acercó a sus amigos y les propuso organizar un juego en el cual todos participaran.
"Chicos, quiero hacer un juego en el que podamos demostrar que soy igual de divertido y amigable como ustedes", dijo Benito con una sonrisa valiente. Los demás animales aceptaron la propuesta sin dudarlo. Jugaron a las escondidas, saltaron de rama en rama y hasta hicieron carreras por toda la selva.
Benito demostró ser tan divertido e increíble como cualquier otro monito. A medida que pasaba el tiempo, los animales comenzaron a darse cuenta de lo equivocados que estaban al creer en el rumor.
Se dieron cuenta de que Benito no era diferente ni mágico, solo tenía características especiales que lo hacían único. Poco a poco, los monitos dejaron de burlarse de Benito y empezaron a apreciarlo tal como era.
Aprendieron la lección de no juzgar por las apariencias y valorar la diversidad entre ellos. Desde ese día, Benito se convirtió en un líder positivo para todos los animales de la selva. Les enseñó a respetar las diferencias y a celebrar cada uno su individualidad.
Y así fue como aquel rumor malintencionado se transformó en una gran lección para todos.
La historia del monito diferente llamado Benito quedó grabada en los corazones de cada animal de la selva, recordándoles siempre la importancia del respeto y la tolerancia hacia los demás.
FIN.