Benjamin y la gran carrera inclusiva



Benjamin era un chico especial. Tenía síndrome de Down, pero eso no lo detenía para nada. Él era un niño lleno de vida, creatividad y amor por la diversión. En su escuela, a veces los otros niños no entendían bien por qué era diferente, pero Benjamin siempre les demostraba que las diferencias enriquecen. Un día, la maestra les anunció a todos que habría una gran carrera inclusiva en la que participarían todos los niños de la escuela, cada uno con sus propias habilidades y carácter. Todos estaban emocionados, pero algunos niños dudaban si Benjamin podría participar. "¿Creen que pueda correr como nosotros?" -preguntó uno de los chicos. "¡Claro que sí!" -respondió la maestra-. "Benjamin tiene mucho para demostrar".

Benjamin estaba emocionado por la carrera. Desde ese momento, se entrenaba todos los días con mucha dedicación. Además de correr, también practicaba otros ejercicios para estar en forma. Los demás niños lo observaban con sorpresa, no sabían que él era tan decidido. La noticia de sus entrenamientos se fue esparciendo y comenzaron a apoyarlo. Su amiga Maya se acercó un día y le dijo: "Benjamin, quiero correr contigo en la carrera. ¿Te gustaría?". "¡Claro que sí!" -respondió Benjamin con una sonrisa.

El día de la carrera finalmente llegó. Había mucha emoción en el ambiente. Todos los niños estaban listos en la línea de partida. La maestra dio la señal de inicio y todos comenzaron a correr. Benjamin y Maya iban juntos, animándose mutuamente. A pesar de todo, él no estaba muy adelantado. Pero de repente, en un tramo de subida, muchos niños comenzaron a cansarse. Benjamin, con su constancia y esfuerzo, los había alcanzado y seguía adelante.

Al final, la carrera no se trataba solo de velocidad, sino de superar desafíos y trabajar en equipo. Benjamin y Maya cruzaron juntos la línea de meta, seguidos por los demás empezaron a llegar uno tras otro. Todos se abrazaron y celebraron juntos. Los niños habían aprendido una gran lección. Benjamin les había mostrado que las diferencias no son obstáculos, sino oportunidades de enriquecerse. Desde ese día, la actitud de todos en la escuela cambió. Había más aceptación, solidaridad y respeto por las diferencias. Y Benjamin, el chico especial, se convirtió en el gran héroe de todos.

FIN.

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