Benjamin y los caramelos del suelo



Benjamin era un niño muy travieso y curioso. Siempre estaba buscando aventuras y travesuras para hacer, pero siempre lo hacía con una sonrisa en el rostro y mucho amor en su corazón.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Benjamin encontró una bolsa de caramelos tirada en el suelo. Sin pensarlo dos veces, se acercó a la bolsa y empezó a comer los caramelos sin preocuparse por nada más.

"Mmm estos caramelos están riquísimos", dijo Benjamin felizmente mientras se comía otro caramelo. Pero poco después, empezó a sentirse mal del estómago. Se dio cuenta de que había comido demasiados caramelos y que probablemente le harían daño.

"Oh no, ¿qué hice? Papá y mamá me dijeron que no tome cosas del suelo porque pueden estar sucias o enfermas", pensó Benjamin angustiado. Así que decidió ir corriendo a casa para pedir ayuda a sus padres.

Cuando llegó, les contó todo lo que había pasado y les pidió perdón por haber desobedecido sus consejos. "Lo importante es que estás bien hijo", dijo su papá abrazándolo fuerte. "Pero necesitas aprender a ser más responsable con tus decisiones".

A partir de ese día, Benjamin aprendió la importancia de escuchar las recomendaciones de sus padres y tomar decisiones responsables. Aprendió también que aunque las travesuras pueden ser divertidas, siempre hay consecuencias si no se toman precauciones adecuadas.

Con el tiempo, Benjamin se convirtió en un niño más maduro y responsable gracias a las enseñanzas de sus padres. Y aunque aún disfrutaba de las aventuras y travesuras, siempre lo hacía con precaución y responsabilidad.

"Gracias papá, gracias mamá por enseñarme a ser un niño más responsable", dijo Benjamin sonriendo mientras abrazaba a sus padres. Y así, Benjamin aprendió la importancia de escuchar consejos y tomar decisiones responsables. Una lección que nunca olvidaría en su vida.

FIN.

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