Bianca y su Aventura en la Playa
Era un hermoso día de verano y Bianca estaba muy emocionada. Era su primera vez en la playa y había estado esperando este momento por semanas. Su mamá, Carla, y su papá, Juan, la llevaron a un lugar donde el sol brillaba y el mar rugía.
"-¡Mirá, Bianca! ¡El mar!" dijo Juan, señalando el horizonte.
"-¡Mami! ¡Es enorme!" respondió Bianca, sus ojos brillando como estrellas.
Carla sonrió. "-Sí, y hoy vamos a hacer muchas cosas divertidas. Primero, vamos a sentir la arena. ¿Querés?"
"-¡Sí!" gritó Bianca. Corrió hacia la playa, descalza, y al tocar la arena tibia, hizo una mueca de sorpresa.
"-¡Es suave!" exclamó mientras se sentaba y empezaba a jugar.
Con cada palada de arena, Bianca reía y su papá la ayudaba a hacer castillos. Pero luego, de repente, una ola se acercó y empezó a llevarse su castillo.
"-¡Oh no! ¿Se lo lleva el mar?" preguntó Bianca, mientras miraba cómo la arena se deslizaba del castillo.
"-Eso es parte de la diversión, Bianca. A veces el mar toma lo que hemos construido, pero podemos hacer otro castillo nuevo juntos", dijo Juan con una sonrisa.
A Bianca no le gustó mucho la idea al principio, pero decidió que quería hacer otro mejor. Juntos, comenzaron de nuevo, usando baldes y palas, mientras su mamá los observaba.
Después de un rato, fue a explorar la orilla y encontró un caracol.
"-¡Mirá lo que encontré!" dijo, mostrando un caracol en su manito.
"-¡Es precioso, Bianca! Los caracoles son como pequeños tesoros del mar. Pero recordá, tenemos que cuidarlos y no sacarlos de su hogar. ¿Ves cómo tiene su concha?" le explicó Carla.
Bianca asintió con la cabeza, comprendiendo la importancia de la naturaleza. "-¡Lo pondré en un lugar seguro!" dijo mientras lo devolvía a la arena.
Después de un rato de jugar, el sol comenzó a ocultarse y el cielo se llenó de colores.
"-Mami, ¡mira el cielo!" exclamó Bianca, señalando el atardecer.
"-Es hermoso, ¿verdad? A veces, la naturaleza nos regala sorpresas. Como nuestro día en la playa", respondió Carla.
"-¡Quiero volver!" dijo Bianca con ojos brillantes, pensando en su nuevo amigo caracol y en todos los castillos que construirían en el futuro.
"-Y volveremos, Bianca, porque la playa siempre nos espera con nuevas aventuras. Y recordar, a donde quiera que vayamos, siempre estaremos juntos como familia", dijo Juan, abrazándola.
Y así, la aventura de Bianca en la playa fue apenas el comienzo de su amor por el mar y la naturaleza. Cada ola, cada caracol, y cada atardecer se convertirían en parte de su hermoso recuerdo.
FIN.