¡Bienvenido, Lucas!

En la Escuela Primaria "Rayito de Sol" todos los niños jugaban juntos y se llevaban muy bien. Buen trato era la regla número uno, y todos la respetaban.

Un día llegó un niño nuevo, Lucas, que parecía triste y solitario. Los demás chicos lo invitaron a jugar pero él siempre decía que no. "¿Por qué no te unes a nosotros, Lucas? ¡Vamos a divertirnos juntos!" -insistió Sofía, la más amigable del grupo.

"Es que nunca me invitan a nada en mi antigua escuela... " -susurró Lucas con timidez. Los niños se miraron entre ellos, entendiendo la situación.

Decidieron hacer algo especial para integrar a su nuevo amigo: organizaron una gran fiesta sorpresa en el patio de la escuela. Lucas llegó al patio al día siguiente y se encontró con globos, música y sus compañeros sonrientes esperándolo. "¡Sorpresa! ¡Bienvenido a nuestra escuela! Queremos que te sientas parte de nuestro grupo", exclamaron todos al unísono.

Los ojos de Lucas brillaron de emoción y felicidad. Desde ese día, él también formaba parte del grupo de amigos inseparables de "Rayito de Sol".

La sana convivencia y el buen trato escolar hicieron magia una vez más, enseñando a todos los niños que con amor, comprensión y solidaridad podían construir un ambiente feliz donde cada uno era valorado por ser quien era.

Y así, en esa pequeña escuela llena de grandes corazones, floreció la amistad verdadera para siempre.