Blanca Nieves, la buena madrastra y los 8 gatitos



Había una vez en un bosque encantado, Blanca Nieves vivía feliz con sus ocho adorables gatitos. Un día, mientras la buena madrastra paseaba por el bosque, encontró a Blanca Nieves y a sus gatitos.

En lugar de sentir envidia, la madrastra se conmovió por la ternura de los gatitos y la amabilidad de Blanca Nieves. Decidió acercarse y entablar una conversación. -Hola, Blanca Nieves, qué lindos gatitos tienes -dijo la madrastra con una sonrisa.

-Gracias, son mis adorables compañeros -respondió Blanca Nieves. La madrastra les ofreció una manzana a cada uno, demostrando su genuina intención de ser amiga. Los gatitos y Blanca Nieves aceptaron felices. Pero, de repente, los gatitos cayeron dormidos.

Blanca Nieves se preocupó y le preguntó a la madrastra qué había sucedido. La madrastra, arrepentida, explicó que accidentalmente había usado una poción para dormir en las manzanas. Angustiadas, ambas se dirigieron a buscar ayuda.

Encontraron a un sabio duende que les indicó que solo el beso de la verdadera amistad y el amor podría despertar a los gatitos. Juntas, Blanca Nieves, la madrastra y los duendes emprendieron un viaje para encontrar el antídoto. Superaron desafíos y peligros, fortaleciendo su amistad en el camino.

Finalmente, encontraron el antídoto y los gatitos despertaron. La madrastra se disculpó sinceramente, y Blanca Nieves, con nobleza, la perdonó.

A partir de ese día, Blanca Nieves, la madrastra y los gatitos vivieron en armonía, demostrando que la amistad y el perdón son más fuertes que cualquier maleficio. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

FIN.

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