Blanca Nieves y la Encantadora Bruja

En un reino lejano, vivía una hermosa joven llamada Blanca Nieves. A diferencia de la historia que todos conocen, Blanca Nieves no era dulce ni gentil, sino que era envidiosa y egocéntrica.

Por otro lado, la bruja del reino, conocida como Morgana, era una mujer sabia y compasiva. Ella poseía habilidades mágicas que utilizaba para ayudar a los habitantes del reino. A pesar de que la gente la temía por su aspecto, Morgana siempre había demostrado ser bondadosa.

Un día, la envidia de Blanca Nieves la llevó a intentar deshacerse de Morgana, quien la había superado en belleza. Blanca Nieves buscó a los enanos del bosque y los convenció de hacerle daño a Morgana.

Los enanos, engañados por las mentiras de Blanca Nieves, accedieron a su petición. Sin embargo, cuando estaban a punto de atacar a Morgana, la bruja los detuvo con un hechizo de protección.

Morgana entendió que Blanca Nieves actuaba por miedo e inseguridad, así que decidió no castigarla. En lugar de eso, le mostró a Blanca Nieves que la verdadera belleza reside en el interior y que la envidia solo trae infelicidad.

Con el tiempo, Blanca Nieves aprendió a valorar a los demás y a desarrollar cualidades positivas. Morgana y Blanca Nieves se convirtieron en amigas, y juntas trabajaron para hacer del reino un lugar mejor, donde la belleza interior era más importante que la exterior.