Blancanieves y el bosque encantado

Había una vez en un reino muy lejano una joven llamada Blancanieves, que vivía con su malvada madrastra, la Reina Grimhilde.

La reina siempre se miraba en un espejo mágico y siempre preguntaba: 'Espejito, espejito, ¿quién es la más bella?' El espejo siempre respondía que la más bella era la reina, pero un día, todo cambió. - 'Espejito, espejito, ¿quién es la más bella?' preguntó la reina. - 'Blancanieves es la más bella, mi reina', respondió el espejo.

La reina, llena de envidia y furia, envió a un cazador para deshacerse de Blancanieves. Pero el cazador no tuvo corazón para hacerle daño, así que la dejó escapar en el bosque.

Blancanieves atravesó el espeso bosque hasta llegar a una cabaña habitada por siete enanitos. Ellos la acogieron y la ayudaron. Mientras tanto, la malvada reina seguía buscándola. Blancanieves aprendió de los enanitos la importancia del trabajo en equipo, la amistad y la bondad.

Un día, la Reina Grimhilde logró envenenar a Blancanieves con una manzana. Los enanitos, desesperados, buscaron la cura y encontraron a un apuesto príncipe que le dio un beso de amor verdadero, despertándola de su sueño.

La reina, al ver que no había logrado su objetivo, desapareció para siempre. Blancanieves se casó con el príncipe y se convirtió en una reina justa y bondadosa, llevando consigo las lecciones de amistad y valentía que aprendió en el bosque encantado.