Blancanieves y el Poder de la Amistad



Érase una vez en un reino lejano, una hermosa princesa llamada Blancanieves. Tenía una piel tan blanca como la nieve, labios rojos como una rosa y cabellos negros como el ébano. Blancanieves vivía en un castillo, pero no todo era color de rosa. Su malvada madrastra, la Reina, estaba celosa de su belleza y organizaba planes para deshacerse de ella.

Un día, mientras la Reina miraba su espejo mágico, dijo:"Espejito, espejito, ¿quién es la más bella de este reino?"

El espejo le contestó:

"Mi Reina, tú eres hermosa, pero hay alguien que es más bella que tú: Blancanieves".

Esto enfureció a la Reina, y decidió enviar a Blancanieves al bosque para que nunca regresara. Pero Blancanieves, siendo valiente y con buen corazón, encontró su camino a través del espeso bosque y se topó con una pequeña cabaña. Allí decidió refugiarse.

La cabaña pertenecía a siete enanitos, quienes, al conocer a Blancanieves, la recibieron con alegría.

"¡Bienvenida a nuestra casa!" - exclamó el enanito más pequeño, llamado Doc.

"¡Estamos tan felices de tenerte aquí!" - agregó Grumpy, el más gruñón de todos.

Blancanieves se quedó con ellos y les enseñó a cocinar y a cuidar de la casa. Cada día compartían risas, canciones y juegos. La convivencia fue hermosa y todos se volvieron grandes amigos.

Mientras tanto, la Reina descubrió que su plan había fallado.

"No puedo permitir que Blancanieves siga viva. Mira, espejo, necesito un nuevo plan" - le dijo a su espejo.

El espejo contestó:

"Tu mejor oportunidad es disfrazarte y llevarle una manzana envenenada".

La Reina, decidida, se disfrazó de anciana y se fue a la cabaña de los enanitos. Al llegar, encontró a Blancanieves sola, ya que los enanitos estaban en el bosque buscando madera.

"Hola, querida! He traído una deliciosa manzana, prueba un bocado" - dijo la Reina disfrazada.

"No, gracias, señora, no sé si puedo confiar en usted" - replicó Blancanieves, recordando las advertencias de los enanitos.

"Oh, querida, solo quiero compartir un regalo contigo" - insistió la Reina. Blancanieves, sintiéndose muy tentada, al final decidió tomar la manzana, pero justo antes de dar un mordisco, escuchó un susurro de los enanitos que llegaban gritando:

"¡Blancanieves, no lo hagas! ¡Esa manzana es una trampa!".

Blancanieves, asombrada, dejó caer la manzana antes de que pudiera morderla. La Reina, frustrada, trató de escapar, pero los enanitos la atraparon.

"Ahora, malvada Reina, entenderás que la bondad y la amistad son más fuertes que cualquier hechizo" - dijo Doc, mientras los demás asentían con determinación.

"¡Sí, juntos siempre podremos vencer el mal!" - agregó Feliz.

La Reina fue llevada lejos del reino, y desde ese día, todos vivieron en paz. Blancanieves y los enanitos continuaron compartiendo su vida en la cabaña, donde aprendieron que la amistad y la confianza son las más bellas virtudes.

"Nunca voy a dejar que mis amigos se sientan solos o inseguros" - dijo Blancanieves un día, mientras todos se reían y celebraban su unión.

Y así, Blancanieves y sus amigos vivieron felices por siempre, sabiendo que juntos podían superar cualquier adversidad.

Fin

FIN.

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