Boti, el robot ayudador

Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un pequeño robot llamado Boti. Boti era un robot muy especial, ya que había sido diseñado para ayudar a las personas en todo lo que necesitaran.

Un día, mientras paseaba por la ciudad, Boti encontró a un grupo de niños jugando en el parque. Los niños estaban tristes y desanimados porque no tenían suficiente espacio para jugar y divertirse. Boti se acercó a ellos y les preguntó qué sucedía.

Uno de los niños le respondió: "No tenemos suficiente espacio para jugar aquí. Necesitamos más espacio para correr y divertirnos".

Boti pensó en una solución y decidió ayudar a los niños construyendo un área de juegos más grande y mejor equipada. Con la ayuda de sus habilidades especiales, Boti comenzó a construir el nuevo parque justo al lado del viejo parque donde los niños habían estado jugando anteriormente.

Después de varios días trabajando duro, finalmente terminó el nuevo parque. Los niños estaban emocionados cuando vieron el nuevo parque. Corrieron hacia él gritando "¡Gracias Boti!" mientras se divertían con todos los nuevos juegos. Pero eso no fue todo lo que hizo Boti ese día.

Mientras caminaba por la ciudad después de construir el nuevo parque, notó que algunas calles estaban llenas de basura y escombros.

Decidió limpiar las calles usando sus brazos robóticos para reagarrar toda la basura que encontraba y llevarla al lugar adecuado. Después de varias horas trabajando duro, las calles estaban limpias nuevamente gracias al trabajo de Boti. Mientras regresaba a su casa esa noche, se encontró con un anciano que estaba teniendo problemas para cruzar la calle.

Boti se acercó y le ofreció ayuda, llevándolo al otro lado de la calle con seguridad. El anciano estaba muy agradecido y le dijo: "Eres un robot muy especial, Boti. Gracias por ayudarme". Boti sonrió y respondió: "No hay problema.

Estoy aquí para ayudar a las personas en todo lo que necesiten". Desde ese día, Boti se convirtió en el héroe de la ciudad.

Ayudando a los niños a tener un lugar donde divertirse, limpiando las calles y ayudando a las personas mayores cuando lo necesitaban. Y así fue como Robot Boti demostró que incluso los robots pueden ser amables y serviciales si están programados correctamente para hacer el bien en la sociedad.