Braby, el Pollito Valiente
Había una vez, en un hermoso y colorido campo, un pollito llamado Braby. Braby no era un pollito común, ya que tenía poderes especiales: podía volar como un ave, hablar con los animales de la granja y, además, tenía el don de hacer crecer flores y plantas en un abrir y cerrar de ojos. Aunque era pequeño, Braby tenía un gran corazón y siempre estaba listo para ayudar a sus amigos.
Un día, mientras volaba por el campo, Braby escuchó un llanto proveniente del bosque cercano. Decidió acercarse y, al llegar, se encontró con un grupo de conejitos muy asustados.
"¿Qué les pasa, amigos?" - preguntó Braby con su voz suave.
"¡Un zorro ha atrapado a nuestro amigo Pérez!" - respondió una de las conejitas, con ojos llenos de lágrimas. "¡No sabemos qué hacer!"
Braby decidió actuar. Sabía que debía salvar a Pérez, pero también entendía que no podía hacerlo solo. Así que, volando alto, reunió a todos los animales del campo: las aves, los ciervos, e incluso los ratones. Todos estaban emocionados de ayudar.
"¡Vamos a rescatar a Pérez!" - gritó Braby, batallando con el viento mientras volaba en círculos sobre sus amigos.
Cuando llegaron al escondite del zorro, se encontraron con un gran problema: el zorro era astuto y había construido trampas por todo el lugar.
"Necesitamos un plan," - dijo el ciervo, observando la situación. "Si nos lanzamos todos al mismo tiempo, podríamos asustarlo."
Braby pensó por un momento y entonces tuvo una idea brillante.
"¿Qué tal si crean distracciones? Yo puedo volar alto y distraer al zorro mientras ustedes rescatan a Pérez." - sugirió Braby con valentía.
"¡Es perfecto!" - respondió uno de los conejitos. "Pero ¿cómo lo haremos?"
Braby tomó una profunda respiración:
"Yo volaré hasta el árbol más alto y haré tanto ruido como pueda. Mientras tanto, ustedes deberán moverse sigilosamente por detrás de las trampas y llegar hasta Pérez."
El grupo se preparó y, cuando todo estuvo listo, Braby comenzó a volar en círculos sobre el zorro, haciendo ruidos extraños y llamativos.
"¡Miau, miau! ¡Soy un gato gigante!" - gritaba Braby, mientras el zorro miraba hacia arriba, confundido.
"¡Ahora!" - susurró la conejita y todos corrieron sigilosos hacia el lugar donde Pérez estaba atrapado.
El plan funcionó a la perfección. Mientras el zorro intentaba atrapar al “gato gigante” (Braby), los conejitos lograron liberar a Pérez.
"¡Gracias, Braby!" - exclamó Pérez al ver que sus amigos habían venido a salvarlo. "No sabía si alguna vez volvería a verlos."
"Siempre estamos para ayudarnos entre amigos," - dijo Braby, sonriendo mientras aterrizaba cerca de ellos.
Después del rescate, los animales decidieron hacer una fiesta en honor a su valiente amigo. Aunque Braby era pequeño, su valentía y su habilidad para unir a todos demostraron que cualquier desafío podía ser superado con trabajo en equipo.
Mientras bailaban y disfrutaban de su picnic, Braby hizo un pequeño discurso:
"Siempre debemos estar dispuestos a ayudar a los que lo necesitan. Y cuando trabajamos juntos, no hay problema demasiado grande."
Todos los animales aplaudieron y compartieron su alegría. Así, Braby se convirtió no solo en un héroe, sino también en un ejemplo de amistad y unidad.
Desde aquel día, los animales del campo supieron que, a pesar de lo pequeños que pudieran ser, siempre podían hacer grandes cosas si estaban juntos. Y Braby, el pollito valiente, continuó usando sus poderes para ayudar a todos los que lo necesitaban, convirtiendo cada día en una nueva aventura llena de enseñanzas y amor.
FIN.