Brave Ismael



Había una vez un niño llamado Ismael, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos. Ismael era muy creativo y siempre estaba inventando cosas nuevas.

Desde pequeño le encantaba dibujar, construir maquetas y escribir historias fantásticas. Sin embargo, había algo que detenía a Ismael: el miedo a mostrar sus proyectos al mundo.

Siempre tenía la sensación de que los demás no iban a entender o apreciar su trabajo, por lo que prefería guardarlo todo para sí mismo. Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, se encontró con sus amigos Mateo y Camila. Ellos también eran muy creativos y siempre estaban dispuestos a ayudarse mutuamente en sus proyectos.

"¡Hola Ismael! ¿Qué estás haciendo?"- preguntó Mateo curioso al verlo con una carpeta llena de dibujos. Ismael se sorprendió un poco porque nunca antes había mostrado su trabajo a nadie más que a él mismo.

Sin embargo, decidió confiar en sus amigos y les mostró algunos de sus dibujos. "¡Wow! Estos son increíbles"- exclamó Camila asombrada por la calidad de los dibujos. "Deberías mostrarle esto a más gente. "Ismael sonrió tímidamente pero aún sentía ese miedo dentro de él.

Los tres amigos continuaron caminando por el parque hasta llegar a una feria local donde artistas locales exponían sus obras. Allí vieron diferentes tipos de arte: pinturas coloridas, esculturas impresionantes e incluso algunas instalaciones interactivas.

Ismael quedó fascinado con todo lo que veía, pero también se dio cuenta de que todos estos artistas habían tenido el valor de mostrar su trabajo al mundo. "Ismael, ¿te imaginas si tus dibujos estuvieran aquí? ¡Sería genial!"- dijo Mateo emocionado.

Esa noche, Ismael no podía dejar de pensar en las palabras de sus amigos. Sabía que tenía mucho talento y que era injusto para él y para los demás mantenerlo escondido. Decidió vencer su miedo y mostrar sus proyectos al mundo.

Al día siguiente, Ismael fue a la escuela con una gran sonrisa en su rostro. Durante el recreo, se acercó a un grupo de niños que siempre admiraba por su valentía y les mostró sus dibujos.

"¡Guau! Estos son increíbles"- exclamaron los niños emocionados. "Deberías participar en la feria del pueblo. "Ismael se llenó de alegría al recibir ese apoyo inesperado. A partir de ese momento, comenzó a compartir cada vez más sus proyectos con los demás.

Participó en exposiciones locales y recibió premios por su creatividad. Poco a poco, Ismael fue perdiendo el miedo a mostrar su trabajo y se convirtió en una inspiración para otros niños del pueblo.

Aprendió que compartir sus ideas no solo le traía satisfacción personal, sino también la oportunidad de conectarse con otras personas y aprender cosas nuevas. Y así, Ismael descubrió que la verdadera magia estaba en atreverse a ser uno mismo y compartirlo con el mundo.

Desde entonces, nunca más dejó que el miedo lo detuviera y siguió creando proyectos maravillosos que inspiraban a todos los que lo conocían. Fin.

FIN.

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