Brillo en la Oscuridad



Había una vez tres hermanas llamadas Mina, Momo y Sana. Eran unas talentosas bailarinas y cantantes que siempre soñaron con compartir su amor por el arte con el mundo entero.

Un día, escucharon hablar de un famoso concurso de talentos llamado —"Donottouch" , donde artistas de todo el país competían para demostrar sus habilidades. Las hermanas sabían que este era su momento perfecto para brillar y decidieron presentarse al concurso.

Con mucha emoción, comenzaron a prepararse para su gran actuación. Practicaban todos los días, perfeccionando cada movimiento y armonizando sus voces. El día del concurso finalmente llegó. Las hermanas estaban nerviosas pero confiadas en su talento.

Cuando subieron al escenario, las luces se encendieron y la música comenzó a sonar. Mina, la mayor de las hermanas, tomó el micrófono y comenzó a cantar mientras Momo y Sana realizaban una coreografía impresionante. El público estaba cautivado por su actuación.

El ritmo pegadizo de la canción y los movimientos sincronizados llenaron el escenario de energía positiva. Pero justo cuando pensaban que todo iba perfectamente bien, ocurrió algo inesperado. De repente, las luces se apagaron abruptamente dejando al público en total oscuridad.

Las hermanas no podían ver nada pero siguieron bailando y cantando sin detenerse ni un segundo. "¡No podemos rendirnos ahora! ¡Tenemos que continuar!", exclamó Sana mientras seguía moviéndose al ritmo invisible de la música.

A medida que continuaban su actuación en la oscuridad, el público comenzó a aplaudir y animarlas. Su determinación y pasión eran tan evidentes que lograron transmitir todo su talento sin necesidad de luces o escenario.

Cuando finalmente se encendieron las luces, el público estalló en un aplauso ensordecedor. Mina, Momo y Sana se miraron entre sí con una sonrisa de satisfacción en sus rostros, sabiendo que habían superado cualquier obstáculo que se les había presentado.

El jurado del concurso quedó impresionado por su actuación y no dudaron en otorgarles el primer premio. Las hermanas habían demostrado que la verdadera magia del arte no reside solo en los aspectos visuales, sino también en la pasión y el amor que uno pone al realizarlo.

Desde ese día, Mina, Momo y Sana siguieron bailando y cantando juntas como un trío inseparable. Viajaron por todo el país llevando su música a diferentes lugares e inspirando a niños y adultos por igual.

La historia de las hermanas bailarinas cantantes enseña a todos los niños la importancia de nunca rendirse ante los desafíos que puedan surgir en nuestro camino. Nos muestra cómo perseverar incluso cuando las cosas parecen difíciles o imposibles.

Y sobre todo, nos recuerda lo maravilloso que es compartir nuestras habilidades artísticas con el mundo entero.

FIN.

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