Bruno, el pequeño explorador del bosque
En un acogedor bosque, vivía un pequeño osito llamado Bruno con su mamá y sus amigos. A Bruno le encantaba jugar y explorar cada rincón del bosque. Un día, mientras corría entre los árboles, se encontró con una ardilla muy triste.
- ¿Qué te sucede, amiguita ardilla? -preguntó Bruno con curiosidad.
La ardilla, entre sollozos, le contó que había perdido su preciada nuez y no sabía cómo encontrarla. Bruno, sin dudarlo, se ofreció a ayudarla.
Juntos, recorrieron el bosque, preguntaron a los pájaros y revisaron cada escondite posible. Después de mucho esfuerzo, finalmente encontraron la nuez perdida de la ardilla. La pequeña amiga estaba tan agradecida que no paraba de dar vueltas de felicidad.
- ¡Gracias, Bruno! ¡Eres el mejor amigo que uno puede tener! -exclamó la ardilla.
Bruno se sintió muy feliz de haber ayudado a su amiga. Aquel día aprendió que ser amable y solidario con los demás trae mucha alegría. A partir de ese día, Bruno siguió explorando el bosque, pero siempre atento a ayudar a quienes lo necesitaran.
Y así, el pequeño osito se convirtió en el gran explorador y amigo del bosque, enseñando a todos que la amistad y la solidaridad son el mejor tesoro que podemos encontrar.
FIN.