Bruno y las Burbujas Mágicas
Había una vez, en lo profundo de la selva, un pequeño osito marrón llamado Bruno. Vivía con su mamá y su papá en una casa grande hecha de ramas y hojas.
Era una tarde soleada y Bruno estaba jugando en el jardín mientras sus padres preparaban la cena. De repente, vio algo brillante entre los árboles: ¡eran burbujas de corazones y de colores! Sin pensarlo dos veces, corrió emocionado hacia ellas.
Las burbujas flotaban por todas partes y cada vez que las tocaba, reventaban liberando un hermoso brillo. Bruno comenzó a perseguir las burbujas por toda la selva. Saltaba y rebotaba entre los árboles riendo a carcajadas.
Pero cuando intentó atrapar una burbuja especialmente grande, cayó al río. El agua lo arrastró rápidamente y Bruno se asustó mucho. Gritaba pidiendo ayuda mientras luchaba por mantenerse a flote. Afortunadamente, sus padres lo escucharon y corrieron hacia el río.
"-¡Bruno!", gritó su mamá preocupada mientras nadaba hacia él. "-¡Papá, ayúdame!", suplicó Bruno agitando sus patitas. Su papá se lanzó al agua sin dudarlo para rescatar a su pequeño osito marrón. Juntos lograron llegar a la orilla sano y salvo.
Después de recuperarse del susto, Bruno abrazó fuertemente a sus padres y les dijo: "-Gracias mamá, gracias papá por salvarme". Sus padres sonrieron y le explicaron que siempre estarían ahí para protegerlo.
Le enseñaron sobre los peligros del río y la importancia de pedir ayuda cuando se está en problemas. De vuelta en casa, Bruno se dio cuenta de algo importante.
Las burbujas mágicas lo habían llevado a una aventura emocionante, pero también había aprendido una valiosa lección: nunca debía dejar que su emoción lo llevara a un peligro innecesario. Desde ese día, Bruno disfrutaba de las tardes soleadas jugando en el jardín junto a sus padres.
Aunque ya no perseguía burbujas mágicas, sabía que su mayor tesoro era el amor y cuidado de su familia. Y así, rodeado de amor y aprendizaje, Bruno creció feliz en la selva.
Siempre recordó esa tarde soleada con las burbujas de corazones y colores como un momento especial que le enseñó importantes lecciones para toda la vida.
FIN.