Bubble Dreams


Había una vez una niña llamada Beila, que tenía su propia cama muy cómoda y acogedora en su habitación. Sin embargo, todas las noches, Beila se encontraba deseando dormir en la cama de su mamá.

No importaba cuántas veces le explicaran que era importante aprender a dormir sola, ella siempre insistía en querer estar con su mamá. Un día, Beila decidió hablar con su amiga Lucía sobre su deseo de dormir en la cama de su mamá.

Lucía escuchó atentamente y luego le dijo: "Beila, entiendo que quieras estar cerca de tu mamá durante la noche, pero también es importante aprender a ser independiente y confiar en ti misma".

Beila pensó en las palabras de Lucía y decidió intentar encontrar una solución por sí misma. Esa noche, antes de acostarse, Beila le dijo a su mamá: "Mamá, sé que me encanta dormir contigo, pero quiero demostrarte que puedo ser valiente y dormir sola esta noche".

Su mamá sonrió orgullosa y le dio un beso de buenas noches. Beila se acostó en su cama y cerró los ojos. Pero después de unos minutos, comenzaron a surgir pensamientos inquietantes en su mente.

Le parecía escuchar ruidos extraños y sentir sombras moviéndose por la habitación. Se sentía asustada e insegura. En ese momento apareció Lucía por arte de magia junto a la cama de Beila. "¡No tengas miedo!" exclamó Lucía tranquilizándola.

"Voy a enseñarte un truco para que te sientas segura en tu cama". Beila miró a Lucía con curiosidad y asintió. Lucía le explicó que cuando se sienten miedos o inseguridades, es útil imaginar una burbuja alrededor de la cama.

Esta burbuja era mágica y protegía a Beila de cualquier cosa que pudiera asustarla. "Cierra los ojos, respira profundamente y visualiza esa burbuja protectora", dijo Lucía.

Beila cerró los ojos e imaginó una hermosa burbuja brillante rodeando su cama. Al hacerlo, comenzó a sentirse más tranquila y segura. Los ruidos extraños desaparecieron y las sombras se disiparon. Al día siguiente, Beila estaba emocionada por contarle a su mamá sobre el truco de la burbuja protectora.

Le explicó cómo había utilizado su imaginación para sentirse segura durante la noche. Su mamá sonrió y le dijo lo orgullosa que estaba de ella por enfrentar sus miedos.

Desde ese día en adelante, Beila siguió durmiendo en su propia cama, pero siempre recordaba el truco de la burbuja cuando sentía inseguridad durante la noche. Aprendió que tenía el poder dentro de sí misma para superar sus miedos y ser valiente.

Con el tiempo, Beila se dio cuenta de que dormir sola no solo era importante para ella sino también para su mamá. Ambas necesitaban tener su propio espacio para descansar bien cada noche.

Así fue como Beila aprendió a confiar en sí misma, utilizar su imaginación y encontrar soluciones para sus inseguridades. Y aunque de vez en cuando extrañaba la cama de su mamá, sabía que tenía la capacidad de enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

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