Caballos verdes y amigos fieles

Había una vez dos amigos, Margarita y Isidro, que les encantaba pasar tiempo juntos. Un día decidieron salir a cabalgar por el campo para disfrutar del aire libre y la naturaleza.

Margarita montaba a su hermosa yegua blanca llamada —"Luna" , mientras que Isidro iba en su fiel corcel negro —"Tornado" . Ambos estaban muy emocionados por la aventura que tenían por delante.

Mientras cabalgaban, Margarita le preguntó a Isidro: "-¿Te has dado cuenta de lo bonito que es todo esto? El cielo azul, los pájaros cantando... "Isidro asintió con la cabeza: "-Sí, es impresionante. Me siento tan vivo aquí". De repente escucharon un ruido extraño proveniente de un arbusto cercano.

Luna se asustó y comenzó a relinchar fuertemente. "-¡Tranquila Luna! ¡Tranquila!" exclamó Margarita tratando de tranquilizarla. Isidro se acercó al arbusto para investigar qué estaba pasando. Descubrió un pequeño cachorro perdido entre las ramas. Lo recogió en sus brazos y lo llevó hacia Margarita.

"-¡Oh qué lindo! ¿Qué haremos con él?" preguntó Margarita acariciándolo tiernamente. Isidro respondió rápidamente: "-Podríamos llevarlo a nuestro pueblo más cercano y buscarle una casa donde lo cuiden bien".

Los dos amigos continuaron su camino con el pequeño cachorro en brazos. Durante el trayecto descubrieron algunos problemas ambientales como la contaminación del río y la deforestación en el bosque cercano. Margarita y Isidro se dieron cuenta de que debían hacer algo para ayudar a su comunidad.

Decidieron organizar una campaña de limpieza en el río y plantar árboles en el bosque para preservar la naturaleza. Después de un largo día, Margarita e Isidro regresaron al pueblo con el cachorro sano y salvo.

Lo entregaron a una familia amorosa que lo cuidaría bien. En los días siguientes, organizaron la campaña de limpieza y plantaron árboles en el bosque. La gente se unió a su causa y juntos lograron mejorar su entorno natural.

Margarita e Isidro aprendieron que pequeñas acciones pueden tener grandes impactos positivos. Siempre recordarían su aventura a caballo por el campo como un momento especial donde descubrieron la importancia de proteger nuestro medio ambiente.

Y así, Margarita e Isidro demostraron que cualquier persona puede hacer una diferencia en este mundo si se compromete a hacerlo.