Caca de perro y lecciones de vida
Había una vez dos amigos inseparables, Manu y Luqui. Les encantaba jugar juntos en el parque y siempre se divertían mucho. Un día, mientras jugaban a la pelota, accidentalmente pisaron una caca de perro.
"Oh no, Manu", dijo Luqui con cara de asco. "¡Hemos pisado una caca!"Manu también se sintió disgustado por lo que había pasado, pero rápidamente pensó en algo para solucionarlo. "No te preocupes, Luqui", dijo Manu con determinación.
"Podemos limpiarnos los zapatos aquí mismo con esta hoja. "Así es como Manu y Luqui aprendieron a ser responsables y resolver problemas cuando algo malo les sucedía.
Pero las cosas empeoraron cuando un grupo de niños mayores del barrio comenzaron a burlarse de ellos por haber pisado la caca. "¡Miren esos dos tontos!", gritó uno de los niños mayores. "¡Están cubiertos de caca!"Manu y Luqui se sintieron avergonzados y tristes por las burlas, pero decidieron no rendirse ante sus agresores.
"Dejen de molestarnos", dijo Manu valientemente. "Solo fue un accidente. "Los niños mayores se rieron aún más fuerte e incluso empezaron a tirarles piedras. Fue entonces cuando apareció el dueño del perro que había dejado la caca en el parque.
Era un hombre amable que entendió lo que había pasado y decidió ayudarlos. "Lo siento muchachos", dijo el dueño del perro. "Mi mascota hizo un desastre aquí".
El dueño les ofreció agua y jabón para lavarse y les dio un consejo. "Nunca se rindan ante las burlas de otros", dijo. "Mantengan su cabeza en alto y sigan adelante con confianza". Manu y Luqui aprendieron una valiosa lección ese día.
Aprendieron a ser responsables, resolver problemas y no rendirse ante las burlas de otros. A partir de ese día, Manu y Luqui siempre recordaron la importancia de cuidar el medio ambiente y limpiar después de sus mascotas.
Y nunca más volvieron a pisar una caca sin antes asegurarse que estaba limpia. Ellos sabían que eran capaces de superar cualquier obstáculo con determinación, coraje y amistad.
FIN.