Camila, la niña alegre y juguetona

Camila era una niña muy alegre y juguetona. Siempre estaba dispuesta a jugar, reír y disfrutar de la vida. Un día, Camila se levantó con una gran sonrisa en su rostro y decidió que quería hacer algo especial.

"¡Mamá, papá, hoy quiero organizar un picnic en el parque!" dijo Camila con entusiasmo. Sus padres, contagiados por la alegría de su hija, aceptaron la propuesta.

Camila se puso manos a la obra y preparó todo para el picnic: sándwiches, frutas, jugo y su pelota favorita. Cuando llegaron al parque, encontraron un lugar perfecto bajo la sombra de un árbol. Mientras disfrutaban de la comida, escucharon risas y al mirar, vieron a un niño triste que estaba solo.

Sin dudarlo, Camila se acercó a él y le ofreció jugar con su pelota. El niño, al principio tímido, pronto se animó y empezó a reír. La sonrisa de Camila iluminaba el parque y, poco a poco, más niños se sumaron al juego.

Camila había convertido su picnic en un momento especial para todos. Esa tarde, al regresar a casa, sus padres le dijeron lo orgullosos que estaban de cómo había compartido su alegría con los demás.

Desde ese día, Camila comprendió que su alegría y su bondad podían contagiar a los demás y hacer del mundo un lugar más hermoso. Y así, con su actitud positiva, siguió alegrando la vida de quienes la rodeaban.