Camila, la valiente



Había una vez una niña llamada Camila, que era muy fuerte. Desde pequeña, le encantaba jugar al fútbol y levantar pesas con su papá en el garage.

A medida que fue creciendo, su fuerza se hizo cada vez más evidente. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Camila notó que había un grupo de niños mayores que estaban molestando a un niño más chico.

Sin pensarlo dos veces, Camila corrió hacia ellos y los separó. "¿Qué están haciendo? Deben dejarlo en paz", les dijo Camila con voz firme. Los niños mayores se sorprendieron al ver a una niña tan pequeña pero tan fuerte.

Decidieron dejar al niño en paz y se fueron del parque. El niño agradecido le preguntó a Camila cómo había logrado ser tan valiente y fuerte. "Entreno mucho para ser así de fuerte y también sé que es importante defender lo que está bien", respondió ella sonriendo.

A partir de ese día, el niño se convirtió en amigo de Camila y siempre la acompañaba cuando jugaba con sus amigos. Pero no todo iba a ser fácil para nuestra heroína...

Un día, mientras jugaba un partido de fútbol con su equipo escolar, Camila sintió un dolor intenso en su brazo derecho después de patear la pelota muy fuerte. Fue llevada rápidamente al médico donde le dijeron que tenía una fractura.

Camila estaba triste porque no podría jugar por un tiempo largo debido a la lesión. Pero decidió no rendirse ante la adversidad y comenzó a entrenar aún más duro para recuperar su fuerza. "No voy a dejar que esta lesión me detenga", se dijo a sí misma.

Después de varias semanas de rehabilitación, Camila volvió al campo con más fuerza que nunca. Sus amigos y compañeros de equipo estaban impresionados por su determinación y valentía.

"¡Wow! ¡Camila eres increíble!", le dijeron todos al verla jugar mejor que antes. Camila aprendió que la fortaleza no solo se trata del cuerpo, sino también de la mente y el corazón.

Y así, continuó siendo un modelo a seguir para todos los niños en el parque y en la escuela, inspirándolos a ser fuertes tanto física como mentalmente. Y colorín colorado, esta historia ha terminado.

FIN.

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