Camila y el poder de la ayuda


Camila era una niña feliz y alegre, pero últimamente se había convertido en una pequeña triste y preocupada. Sus padres se habían separado y parecían estar en constante pelea.

La pequeña no entendía por qué sus padres ya no vivían juntos y por qué siempre discutían cuando se encontraban. Un día, mientras estaba sentada en el jardín de su casa, Camila vio a un gato que caminaba por la calle con un hilo atrapado en su pata.

La niña corrió hacia él para ayudarlo. Con mucho cuidado, logró desenredar el hilo y liberar al gato. Cuando regresó a su casa, le contó emocionada a su mamá lo que había hecho.

Su madre le dijo: "Camila, eres muy valiente y bondadosa". La pequeña sonrió tímidamente. Esa noche antes de dormir, Camila pensó en lo que había dicho su mamá.

Recordó cómo había ayudado al gato y pensó que tal vez podía hacer algo similar para ayudar a sus padres. Al día siguiente, mientras sus padres estaban discutiendo nuevamente en la cocina, Camila decidió intervenir: "- Mamá, papá, ¿podemos hablar?" Dijo con voz temblorosa.

Sus padres dejaron de discutir al instante y miraron sorprendidos a la niña. "- Claro mi amor", dijo la madre de Camila. La pequeña les explicó cómo se sentía desde que ellos habían decidido separarse y cómo las peleas constantes entre ellos la hacían sentir triste e insegura.

Les pidió que intentaran llevarse mejor y que, aunque ya no vivieran juntos, pudieran seguir siendo una familia unida. Sus padres se miraron entre sí y luego a su hija.

"- Tienes razón Camila", dijo el padre de la niña. "Vamos a intentar llevarnos mejor por ti y por nosotros". Desde ese día, los padres de Camila comenzaron a comunicarse con más cariño y respeto.

Aunque todavía habían momentos difíciles, trataban de solucionar sus problemas sin discutir frente a su hija. Camila volvió a ser la niña feliz y sonriente que era antes. Se sintió orgullosa de haber ayudado a sus padres a encontrar una manera más saludable de relacionarse entre ellos y con ella misma.

De esta forma, aprendió que siempre se puede hacer algo para ayudar en situaciones complicadas si uno tiene valentía, bondad y amor hacia los demás. Y así fue como la pequeña Camila encontró la felicidad nuevamente en su hogar.

Dirección del Cuentito copiada!