Camila y su Gran Cambio



Camila era una niña alegre y traviesa, con una larga melena rizada que le encantaba peinar y adornar con coloridos lazos. Un día, decidió que era hora de un cambio y pidió a su mamá que le cortara el cabello.

Mamá, un poco nerviosa, tomó las tijeras y empezó a cortar, pero el resultado fue desastroso. Camila se miró en el espejo y no pudo contener las lágrimas al ver su cabello desparejo y desigual. -¿Qué hice, mamá? -lloró Camila.

Mamá, apenada por el error, abrazó a su hija y le prometió que encontrarían una solución. Decidieron ir a la peluquería para arreglar el desastre.

La peluquera, al ver el estado del cabello de Camila, le dio una sonrisa tranquilizadora y le dijo que tenía una idea. Poco a poco, con paciencia y habilidad, la peluquera fue moldeando el cabello, dándole forma y estilo.

Cuando por fin se terminó, Camila se miró en el espejo y no podía creer la transformación. Su cabello lucía corto, moderno y lleno de vida. Ahora, más segura de sí misma, Camila se dio cuenta de que el cambio no había sido tan malo después de todo.

Aprendió que, aunque las cosas no siempre salen como esperamos, siempre hay una solución si tenemos paciencia y buscamos ayuda. Desde ese día, Camila llevaba su nuevo corte de pelo con orgullo, recordando que los errores pueden convertirse en oportunidades para crecer y descubrir cosas nuevas.

FIN.

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