Camile y su Gran Revancha
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Camile.
Camile era una niña muy alegre y amable con todos los habitantes del pueblo, siempre dispuesta a ayudar y hacer sonreír a las personas que la rodeaban. Sin embargo, había un grupo de niños en la escuela que constantemente se burlaban de ella y le hacían bromas pesadas.
Estos niños eran liderados por Lucas, un chico malicioso y arrogante que disfrutaba haciéndole la vida imposible a los demás. Un día, después de soportar muchas humillaciones por parte de Lucas y sus amigos, Camile decidió que ya era suficiente.
Se encerró en su cuarto y pensó en cómo podría vengarse sin hacer daño a nadie más. Después de mucho pensar, tuvo una idea brillante. Camile sabía que Lucas tenía miedo a las arañas. Así que decidió buscar información sobre ellas y aprender todo lo posible para llevar a cabo su plan.
Pasó días estudiando sobre las diferentes especies de arañas, sus hábitats y comportamientos. Finalmente, llegó el día en el que Camile pondría su plan en acción.
Durante el recreo en la escuela, mientras todos jugaban afuera, ella se dirigió al lugar donde guardaban los materiales escolares. Allí encontró una caja llena de pequeñas arañas inofensivas. Con mucho cuidado, Camile tomó algunas arañitas y las escondió dentro del estuche de lápices de Lucas.
Sabía que cuando él abriera el estuche para sacar un lápiz, se llevaría una gran sorpresa. Al día siguiente, en clase de matemáticas, Lucas abrió su estuche y las arañas salieron corriendo por su escritorio.
Lucas gritó y saltó asustado mientras todos los demás niños reían a carcajadas. El susto fue tan grande que Lucas aprendió una importante lección sobre el respeto hacia los demás. Camile, al ver la reacción de Lucas, no pudo evitar sentirse un poco culpable por haberlo asustado tanto.
Se acercó a él después de clase y le explicó que solo quería hacerle entender cómo se sentía cuando él la molestaba.
Lucas, aunque aún asustado por las arañas, entendió el mensaje de Camile y se disculpó sinceramente por sus acciones pasadas. Desde ese día en adelante, ambos niños se hicieron amigos y trabajaron juntos para promover la amistad y el respeto entre todos los estudiantes del colegio.
La historia de la venganza de Camile pronto se convirtió en un ejemplo para todos en Villa Feliz. Los niños aprendieron que siempre hay formas más positivas de resolver conflictos sin recurrir a la venganza o hacer daño a otros.
Y así, gracias a la valentía y creatividad de Camile, Villa Feliz se convirtió en un lugar donde reinaba la armonía y todos vivían felices juntos.
FIN.