Camino de Esperanza


Maria y Carlos eran una pareja feliz que vivía en la rivera del río Chira. Todos los días disfrutaban de la belleza natural de su hogar, el canto de los pájaros y el sonido del agua corriendo.

Pero un día, todo cambió. Mientras cenaban tranquilamente en su casa, escucharon un fuerte estruendo afuera. Al asomarse por la ventana, se dieron cuenta de que un huaico venía hacia ellos a gran velocidad.

Rápidamente tomaron sus cosas más importantes y salieron corriendo hacia el cerro más cercano. Pero mientras subían por la empinada ladera, tropezaron con una piedra y cayeron en un hoyo profundo. Maria gritó de dolor al sentir cómo una roca le cortaba la pierna.

-¡Ay! ¡Mi pierna! - exclamó Maria mientras se sostenía con dificultad en Carlos. -Tranquila mi amor, ya verás que encontraremos una solución - dijo Carlos tratando de calmarla.

Después de unos minutos tratando de salir del hoyo sin éxito, decidieron buscar otra salida. Fue entonces cuando descubrieron algo increíble: había un camino secreto detrás de unas rocas que les permitiría escapar del peligroso huaico.

Con mucho esfuerzo lograron salir del hoyo y seguir el camino secreto hasta llegar a lo alto del cerro. Desde allí pudieron ver cómo las aguas arrasaban su hogar y todo lo que conocían. Pero no perdieron la esperanza ni el ánimo.

Con ingenio y creatividad construyeron una pequeña choza para vivir temporalmente mientras reconstruían su hogar. Maria, a pesar del dolor en su pierna, trabajó duro junto a Carlos para levantar de nuevo su casa. Poco a poco, con paciencia y dedicación, lograron recuperar lo que habían perdido.

Y aunque las cicatrices de aquel huaico quedaron marcadas en sus corazones para siempre, aprendieron que siempre hay una salida y que la unión y el amor pueden vencer cualquier obstáculo.

Desde entonces, cada vez que escuchan el sonido del río Chira corriendo libremente bajo el sol, recuerdan aquella noche trágica pero también llena de esperanza y resiliencia.

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