Campeones del Rodeo



Un día, mientras paseaban por el campo, vieron un cartel que anunciaba un rodeo de caballos en la ciudad. Pocket y Simon se emocionaron al instante y decidieron que querían participar en él.

"¡Simon, tenemos que practicar mucho si queremos ganar!" exclamó Pocket con entusiasmo. "¡Sí! ¡Vamos a ser los mejores jinetes del rodeo!" respondió Simon emocionado. Así comenzaron a entrenar todos los días después de la escuela.

Practicaban montando sus caballos y haciendo trucos como saltos y giros. A veces caían pero siempre se levantaban rápidamente para seguir intentándolo hasta lograrlo. Los días pasaron volando y finalmente llegó el gran día del rodeo.

Pocket y Simon estaban nerviosos pero también muy emocionados por competir. Al llegar al lugar, vieron muchos otros jinetes también preparándose para las diferentes pruebas del rodeo. El primer desafío fue una carrera de barriles donde tenían que dar vueltas alrededor de tres barriles lo más rápido posible.

Pocket salió primero seguido muy cerca por Simon quien estaba pisándole los talones. Cuando llegaron a la meta solo habían pasado unos segundos entre ellos dos, quedando en primer lugar Pocket y segundo lugar Simon.

La siguiente prueba era montar un toro mecánico durante 8 segundos sin caerse. Los dos primos estaban ansiosos por demostrar su habilidad en esta prueba tan difícil, así que se subieron al toro con mucha determinación.

Sin embargo, ninguno pudo aguantarse sobre el toro más allá de 4 segundos antes de caerse al suelo. "¡No importa, aún tenemos dos pruebas más para demostrar lo que podemos hacer!" dijo Pocket animando a su primo.

La tercera prueba consistía en saltar obstáculos con los caballos. Pocket y Simon estaban nerviosos porque nunca habían intentado algo así antes, pero decidieron dar lo mejor de sí mismos.

Cuando llegó su turno, se montaron en sus caballos y comenzaron a saltar los obstáculos uno tras otro sin problemas. Al finalizar la prueba, recibieron una ovación del público y quedaron en primer lugar. Finalmente llegó la última prueba: el rodeo de terneros.

Este era un desafío muy peligroso ya que tenían que atrapar al ternero con una cuerda mientras montaban sus caballos a toda velocidad. Pocket y Simon estaban emocionados por esta última oportunidad de ganar. Cuando sonó el inicio, salieron disparados detrás del ternero como dos relámpagos sobre sus caballos.

Después de varios intentos fallidos, finalmente lograron atraparlo con la cuerda y detenerlo completamente para ganar la competencia. El público estaba emocionado por el gran espectáculo que había ofrecido este par de primos tan talentosos.

Fueron coronados como los campeones del rodeo y recibieron muchos aplausos por su excelente desempeño. "¡Lo logramos! ¡Somos los mejores jinetes del rodeo!" exclamó Simon abrazando a su primo.

"Sí, pero lo más importante es que nos divertimos mucho haciendo lo que nos gusta" respondió Pocket sonriendo ampliamente. Así terminó un día inolvidable para Pocket y Simon donde demostraron su habilidad y determinación en el rodeo, pero también la importancia de trabajar juntos y divertirse mientras lo hacen.

FIN.

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