Caperucita Roja y el astuto lobo


Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de un frondoso bosque, una niña llamada Caperucita Roja.

Era conocida por todos en el pueblo por su hermoso vestido rojo y su cesta llena de deliciosas golosinas que siempre llevaba consigo. Un día, la abuela de Caperucita se enfermó y no podía salir de casa para reagarrar sus medicamentos.

La madre de Caperucita le pidió que llevara a su abuela la medicina y algunas manzanas frescas para ayudarla a recuperarse. Caperucita se emocionó ante la idea de hacer algo bueno por su querida abuela y rápidamente se puso en marcha hacia el bosque con su cesta.

Mientras caminaba por el bosque, Caperucita se encontró con un amable conejito que le advirtió sobre los peligros del camino: "Ten cuidado, Caperucita", dijo el conejito. "Hay un lobo hambriento merodeando por aquí. "Pero Caperucita no temía al lobo y decidió continuar su camino hacia la casa de la abuela.

De repente, apareció el lobo detrás de ella. "Hola, pequeña", dijo el lobo con una sonrisa malvada. "¿A dónde vas tan apurada?" "Voy a visitar a mi abuela", respondió valientemente Caperucita sin dejarse intimidar.

El lobo pensó rápidamente en cómo podría engañar a la niña para comerse las golosinas que llevaba en la cesta. Así que le preguntó: "¿Qué llevas en la cesta, Caperucita?""Solo algunas manzanas frescas y medicinas para mi abuela", respondió ella.

"¡Oh, qué hermoso regalo para tu abuela!", dijo el lobo con una sonrisa astuta. "Pero ¿no crees que deberías tomar un descanso y disfrutar de las flores del bosque? Yo cuidaré tu cesta por ti mientras tanto.

"Caperucita estuvo de acuerdo y se detuvo a oler las flores del bosque. Pero cuando volvió a buscar su cesta, descubrió que el lobo había comido todas las manzanas y se había puesto la ropa de su abuela.

El lobo intentó engañarla diciendo: "Soy tu abuelita, querida Caperucita". Pero Caperucita no fue engañada tan fácilmente. "No te pareces en nada a mi abuela", le dijo ella al lobo con firmeza.

Justo en ese momento, llegaron un grupo de cazadores que habían escuchado los gritos de ayuda de Caperucita. Atraparon al lobo y lo llevaron lejos del bosque. Caperucita recuperó sus golosinas restantes y entregó la medicina a su abuela enferma.

Después de pasar tiempo juntas, la salud de la abuela mejoró rápidamente gracias a las manzanas frescas y la medicina que le trajo Caperucita. Desde ese día en adelante, Caperucita aprendió una importante lección sobre ser prudente en el bosque y siempre estar alerta frente a los peligros inesperados.

Y también comprendió la importancia de hacer buenas acciones para ayudar a los demás.

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