Caperucita Roja y el desafío del bosque
Había una vez en el bosque de Villa Caperucita, una niña llamada Caperucita Roja que siempre llevaba puesta su capa del mismo color.
Un día, mientras caminaba hacia la casa de su abuelita con una canasta llena de comida, se encontró con un lobo feroz. El lobo la miró con ojos hambrientos y le dijo: "¿A dónde vas tan solita, Caperucita?".
Caperucita, asustada pero valiente, respondió: "Voy a visitar a mi abuelita que está enferma y necesita esta comida". El lobo sonrió maliciosamente y pensó en devorar a la niña y a su abuelita. Pero en ese momento apareció el Cazador Malo, que era conocido por ser muy astuto y tramposo.
El cazador se acercó al lobo y le dijo: "-¡Alto ahí! No te permitiré hacerle daño a Caperucita Roja. "El lobo gruñó y desafió al cazador: "-No me detendrás. Esta niña será mi cena hoy". Pero el cazador no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente.
Con rapidez ideó un plan para salvar a Caperucita Roja. Le propuso al lobo un desafío: correrían hasta la casa de la abuelita y quien llegara primero tendría derecho a decidir el destino de la niña.
El lobo aceptó confiado en su velocidad, sin saber que el cazador había sido campeón de carreras en su juventud. Comenzaron la carrera y el lobo corría velozmente detrás de Caperucita Roja.
Sin embargo, cuando estaban cerca de la casa de la abuelita, el cazador dio un salto sorprendente y llegó primero. "-¡He ganado!", exclamó triunfante el cazador. El lobo enfurecido intentó atacarlo, pero el cazador sacó una red mágica que lo atrapó rápidamente.
El cazador explicó entonces su plan secreto: sabía que el lobo acechaba siempre a las personas del bosque, así que decidió tenderle una trampa para protegerlas. Caperucita Roja estaba maravillada por la valentía del cazador malo convertido ahora en héroe bueno.
Agradecida le dijo: "-¡Muchas gracias por salvarme!"El cazador sonrió amablemente y le recordó lo importante que es ser precavido en los bosques peligrosos como aquel.
Juntos fueron a visitar a la abuelita sana y salva gracias al ingenio del astuto cazador. Desde ese día en adelante, el bosque de Villa Caperucita fue un lugar más seguro gracias a la valentía del antiguo "cazador malo" convertido en protector de todos los habitantes del bosque.
FIN.