Caperucita Roja y el lobo desafiante
Había una vez una nena llamada Caperucita que vivía en un pequeño pueblo rodeado de un hermoso bosque.
Un día, su mamá le pidió que llevara una cesta llena de comida a su abuela, quien vivía al otro lado del bosque. Caperucita estaba emocionada por la idea de visitar a su abuelita y decidió emprender el camino lo más rápido posible.
Su mamá le advirtió: "Cuidado con el camino que tomas, querida Caperucita, porque se rumorea que un lobo hambriento vive en el bosque". Caperucita asintió con la cabeza y prometió tener cuidado. Tomó la cesta llena de comida y salió corriendo hacia el bosque.
Mientras caminaba entre los árboles, comenzó a escuchar unos extraños ruidos provenientes detrás de ella. De repente, apareció el lobo hambriento frente a Caperucita. El lobo tenía los ojos brillantes y una sonrisa maliciosa en su rostro.
"¡Hola, Caperucita! ¿A dónde vas tan apurada?", dijo el lobo con voz temblorosa. Caperucita sintió miedo pero recordó las palabras sabias de su madre. Mantuvo la calma y respondió: "Voy a visitar a mi abuelita que vive al otro lado del bosque".
El lobo sonrió aún más ampliamente y dijo: "Qué casualidad, yo también tengo familia allí". El astuto lobo propuso un juego para distraer a Caperucita mientras él llegaba antes a casa de la abuela.
"Si te quedas a jugar conmigo un rato, prometo que llegarás antes que yo", dijo el lobo. Caperucita sabía que no debía confiar en extraños, pero decidió aceptar el juego del lobo para mantenerlo lejos de su abuela.
Jugaron carreras y escondidas, mientras Caperucita se aseguraba de no perder al lobo de vista. Después de un rato, Caperucita logró despistar al lobo y corrió tan rápido como pudo hacia la casa de su abuela.
Al llegar, encontró a su abuelita en la cama y se sorprendió al verla tan débil y enferma. "¡Abuelita! ¿Qué te pasó?", exclamó Caperucita preocupada. La abuelita le explicó que había estado enferma durante varios días y no tenía fuerzas para levantarse de la cama.
Caperucita sacó rápidamente la comida de la cesta y preparó una deliciosa sopa caliente para su abuela. Mientras comían juntas, escucharon un aullido proveniente del bosque. El lobo hambriento finalmente había llegado a la casa de la abuela. Pero cuando entró, encontró a Caperucita lista para enfrentarlo.
Ella lo miró fijamente y le dijo: "Lobo malvado, has intentado engañarme pero he protegido a mi abuelita". El lobo se sintió avergonzado por sus acciones y pidió disculpas sinceramente.
Desde ese día, el lobo comprendió el valor de ser amable y nunca más volvió a asustar ni lastimar a nadie. Caperucita y su abuela se hicieron más fuertes juntas, cuidándose mutuamente.
Aprendieron que la confianza es importante, pero también lo es estar alerta y protegerse cuando sea necesario. Y así, Caperucita Roja demostró que con valentía y sabiduría se puede vencer cualquier obstáculo.
Desde ese día, todos en el pueblo admiraron a Caperucita por su coraje y determinación para cuidar de su abuelita y enfrentar al lobo hambriento del bosque.
FIN.